A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados. (Mark 1:32)

Toda la ciudad se había amontonado a la puerta. (Mark 1:33)

Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El. (Mark 1:34)

Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.

Simón y sus compañeros salieron a buscar a Jesús. (Mark 1:36)

Lo encontraron y Le dijeron: "Todos Te buscan." (Mark 1:37)

Jesús les respondió: "Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido." (Mark 1:38)

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The requirements of the miracle
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Mark 1:35 - Cross Reference

Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar. (Mark 6:46)

En pago de mi amor, obran como mis acusadores, Pero yo oro. (Psalm 109:4)

Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús, (Philippians 2:5)

Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre, hacia el Monte de los Olivos; y los discípulos también Lo siguieron. (Luke 22:39)

Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y por la fuerza hacerle rey, se retiró El solo otra vez al monte. (John 6:15)

Cuando se hizo de día, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. Las multitudes Lo buscaban, y llegaron adonde El estaba y procuraban detener a Jesús para que no se separara de ellos. (Luke 4:42)

Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos. (Ephesians 6:18)

En esos días Jesús se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. (Luke 6:12)

Después de despedir a la multitud, subió al monte a solas para orar; y al anochecer, estaba allí solo. (Matthew 14:23)

Pero con frecuencia El se retiraba a lugares solitarios y oraba. (Luke 5:16)

Jesús les dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que Me envió y llevar a cabo Su obra. (John 4:34)

Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; De mañana presentaré mi oración a Ti, Y con ansias esperaré. (Psalm 5:3)

Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente. (Hebrews 5:7)