Y Jesús les dijo: "Vengan conmigo, y Yo haré que ustedes sean pescadores de hombres."
(Mark 1:17)
Dejando al instante las redes, ellos Lo siguieron.
(Mark 1:18)
Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo (Santiago), el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
(Mark 1:19)
Al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús.
Entraron en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar.
(Mark 1:21)
Y se admiraban de Su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
(Mark 1:22)
En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar:
(Mark 1:23)
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Mark 1:20 - Cross Reference
Jesús respondió: "En verdad les digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de Mí y por causa del evangelio,
(Mark 10:29)
De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne. Aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no Lo conocemos así.
(2 Corinthians 5:16)
El que ama al padre o a la madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a Mí, no es digno de Mí.
(Matthew 10:37)
Otro de los discípulos Le dijo: "Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre."
(Matthew 8:21)
El que dijo de su padre y de su madre: 'No los conozco'; Y no reconoció a sus hermanos, Ni consideró a sus propios hijos, Porque obedecieron Tu palabra, Y guardaron Tu pacto.
(Deuteronomy 33:9)
Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: "Permítame besar a mi padre y a mi madre, entonces lo seguiré." Y él le dijo: "Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo?"
(1 Kings 19:20)
Y pasando de allí, Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó.
(Matthew 4:21)
Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo.
(Luke 14:26)