sino que se ha ensalzado usted contra el Señor del cielo. Y han traído delante de usted los vasos de Su templo, y usted y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas, han estado bebiendo vino en ellos y han alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni entienden. Pero al Dios que tiene en Su mano su propio aliento y es dueño de todos sus caminos, no ha glorificado.
(Daniel 5:23)
Por lo cual El envió de Su presencia la mano que trazó esta inscripción.
(Daniel 5:24)
Esta es la inscripción que fue trazada: MENE, MENE, TEKEL, UFARSIN.
(Daniel 5:25)
Esta es la interpretación del escrito: MENE: Dios ha contado su reino y le ha puesto fin.
TEKEL: ha sido pesado en la balanza y hallado falto de peso.
(Daniel 5:27)
PERES: su reino ha sido dividido y entregado a los Medos y Persas."
(Daniel 5:28)
Entonces Belsasar ordenó que vistieran a Daniel de púrpura y le pusieran un collar de oro al cuello, y que proclamaran acerca de él, que él tenía ahora autoridad como tercero en el reino.
(Daniel 5:29)
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Daniel 5:26 - Cross Reference
La palabra que el SEÑOR habló acerca de Babilonia, la tierra de los Caldeos, por medio del profeta Jeremías:
(Jeremiah 50:1)
Oráculo (Profecía) sobre Babilonia que tuvo en visión Isaías, hijo de Amoz.
(Isaiah 13:1)
en el año primero de su reinado, yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del SEÑOR que fue revelada al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años.
(Daniel 9:2)
Desciende y siéntate en el polvo, Virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, Hija de los Caldeos, Porque nunca más serás llamada tierna y delicada.
(Isaiah 47:1)
DICE EL SEÑOR, QUE HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.
(Acts 15:18)
Oráculo (Profecía) sobre el desierto del mar: "Como se lanzan los torbellinos en el Neguev (región del sur), Así viene el invasor del desierto, de una tierra temible.
(Isaiah 21:1)
Toda esta tierra será desolación y horror, y estas naciones servirán setenta años al rey de Babilonia.
(Jeremiah 25:11)
Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo.
(Jeremiah 27:7)
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré Hasta que llegue mi relevo.
(Job 14:14)