Nueva Biblia Latinoamericana
y dile a la tierra de Israel: 'Así dice el SEÑOR: "Yo estoy contra ti. Sacaré Mi espada de la vaina y cortaré de ti al justo y al impío. (Ezekiel 21:3)
Puesto que he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto Mi espada saldrá de la vaina contra toda carne desde el sur hasta el norte. (Ezekiel 21:4)
Así sabrá toda carne que Yo, el SEÑOR, he sacado Mi espada de la vaina. No volverá más a su vaina ."' (Ezekiel 21:5)
Y tú, hijo de hombre, gime con corazón quebrantado; con amargura gemirás a la vista de ellos.
Y cuando te digan: '¿Por qué gimes?' dirás: 'Por la noticia que viene, todo corazón desfallecerá, toda mano se debilitará, todo espíritu se apagará y toda rodilla flaqueará. Porque viene y sucederá,' declara el Señor DIOS." (Ezekiel 21:7)
De nuevo vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezekiel 21:8)
Hijo de hombre, profetiza y proclama: 'Así dice el SEÑOR.' Proclama: 'Espada, espada afilada Y también pulida. (Ezekiel 21:9)

Other publications related to "Ezekiel 21:6":

Charles Spurgeon
No weapon forged against you will prosper
An article about the promise of the Lord that no weapon forged against his people will prosper and how slander and falsehoods will be turned to their honor.


Charles Spurgeon
Thy kingdom come!
Article about the coming of Gods kingdom and the recognition of His influence among all nations


Ezekiel 21:6 - Cross Reference

¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahum 2:10)
Por eso mis entrañas vibran por Moab como un arpa, Y mi interior por Kir Hareset. (Isaiah 16:11)
y el SEÑOR le dijo: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella." (Ezekiel 9:4)
Por tanto digo: 'Aparten de mí la mirada, Déjenme llorar amargamente. No traten de consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo'. (Isaiah 22:4)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las más hábiles, que vengan, (Jeremiah 9:17)
¡Alma mía, alma mía! (¡Entrañas mías, entrañas mías!) Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; No callaré, Porque has oído, alma mía, El sonido de la trompeta, El pregón de guerra. (Jeremiah 4:19)
Y tú, hijo de hombre, prepárate el equipaje del destierro y sal al destierro de día, ante sus ojos; sal al destierro desde tu lugar a otro lugar, ante sus ojos. Quizá entiendan, aunque son una casa rebelde. (Ezekiel 12:3)
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A Tu voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos. (Habakkuk 3:16)
Entonces el rostro del rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, las coyunturas de sus caderas se le relajaron y sus rodillas comenzaron a chocar una contra otra. (Daniel 5:6)
Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que la interpretara. (Daniel 8:27)
Así dice el Señor DIOS: 'Bate tus manos, golpea con tu pie, y di: "¡Ay!, a causa de todas las graves abominaciones de la casa de Israel, que a espada, de hambre y de pestilencia caerán. (Ezekiel 6:11)
Las varas en que escribas estarán en tu mano a la vista de ellos, (Ezekiel 37:20)
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció. (John 11:33)
Entonces romperás la vasija a la vista de los hombres que te acompañen, (Jeremiah 19:10)
Comerás torta de cebada, habiéndola cocido sobre excrementos humanos a la vista de ellos." (Ezekiel 4:12)
Clama y gime, hijo de hombre, Porque ella está contra Mi pueblo, Está contra todos los príncipes de Israel; Ellos son entregados a la espada junto con Mi pueblo; Por tanto, golpéate el muslo. (Ezekiel 21:12)
Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; Dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. (Isaiah 21:3)
Pregunten ahora, y vean Si el varón da a luz. ¿Por qué veo a todos los hombres Con las manos sobre sus caderas, como mujer de parto? ¿Y por qué se han puesto pálidos todos los rostros? (Jeremiah 30:6)