Nueva Biblia Latinoamericana
Los que comían manjares Andan desolados por las calles; Los que se criaron entre púrpura Abrazan cenizales. (Lamentations 4:5)
La iniquidad de la hija de mi pueblo Es mayor que el pecado de Sodoma, Que fue derribada en un instante Sin que manos actuaran contra ella. (Lamentations 4:6)
Sus consagrados eran más puros que la nieve, Más blancos que la leche, Más rojizos de cuerpo que los corales, Como el zafiro era su apariencia. (Lamentations 4:7)
Más negro que el hollín es su aspecto, No se les reconoce por las calles; Se les ha pegado la piel a sus huesos, Se ha marchitado, se ha vuelto como madera.
Más dichosos son los que mueren a espada Que los que mueren de hambre, Que se consumen, extenuados, Por falta de los frutos de los campos. (Lamentations 4:9)
Las manos de mujeres compasivas Cocieron a sus propios hijos, Que les sirvieron de comida A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén). (Lamentations 4:10)
El SEÑOR ha cumplido Su furor, Ha derramado Su ardiente ira. Ha prendido un fuego en Sion Que ha consumido sus cimientos. (Lamentations 4:11)

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Lamentations 4:8 - Cross Reference

Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Psalm 32:4)
Caminaron, pues, las dos hasta que llegaron a Belén. Cuando llegaron a Belén (Casa del Pan), toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y las mujeres decían: "¿No es ésta Noemí?" (Ruth 1:19)
Su carne desaparece a la vista, Y sus huesos que no se veían, aparecen. (Job 33:21)
¡Cómo se ha ennegrecido el oro, Cómo ha cambiado el oro puro! Esparcidas están las piedras sagradas Por las esquinas de todas las calles. (Lamentations 4:1)
Aunque he llegado a ser como odre al humo, No me olvido de Tus estatutos. (Psalm 119:83)
Mi piel se ennegrece sobre mí, Y mis huesos se queman por la fiebre. (Job 30:30)
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas. (Job 2:12)
Mis días son como sombra que se alarga; Y yo me seco como la hierba. (Psalm 102:11)
De la manera que muchos se asombraron de ti, pueblo Mío, Así fue desfigurada Su apariencia más que la de cualquier hombre, Y Su aspecto más que el de los hijos de los hombres. (Isaiah 52:14)
De noche El traspasa mis huesos dentro de mí, Y los dolores que me corroen no descansan. (Job 30:17)
Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, Sólo he escapado con la piel de mis dientes. (Job 19:20)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahum 2:10)
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos. (Psalm 102:3)
Ante él tiemblan los pueblos, Palidecen todos los rostros. (Joel 2:6)
Nuestra piel quema como un horno, A causa de los ardores del hambre. (Lamentations 5:10)
Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado. (Psalm 38:3)