Nueva Biblia Latinoamericana
Por estas cosas lloro yo; Mis ojos derraman agua, Porque lejos de mí está el consolador, El que reanima mi alma. Mis hijos están desolados Porque ha prevalecido el enemigo." (Lamentations 1:16)
Sion extiende sus manos; No hay quien la consuele. El SEÑOR ha ordenado contra Jacob Que los que lo rodean sean sus adversarios; Jerusalén se ha vuelto cosa inmunda en medio de ellos. (Lamentations 1:17)
El SEÑOR es justo, Pues me he rebelado contra Su mandamiento. Oigan ahora, pueblos todos, Y vean mi dolor: Mis vírgenes y mis jóvenes Han ido al cautiverio. (Lamentations 1:18)
Llamé a mis amantes, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido en la ciudad, Cuando buscaban alimento para sí a fin de restaurar sus fuerzas.
Mira, oh SEÑOR, que estoy angustiada; Hierven mis entrañas, Mi corazón se revuelve dentro de mí, Porque he sido muy rebelde. En la calle la espada me deja sin hijos, En la casa es como la muerte. (Lamentations 1:20)
Han oído que gimo, Pero no hay quien me consuele. Todos mis enemigos han oído de mi mal, Se regocijan de que Tú lo hayas hecho. ¡Oh, si Tú trajeras el día que has anunciado, Para que sean ellos como yo! (Lamentations 1:21)
Venga toda su maldad delante de Ti, Y trátalos como a mí me has tratado Por todas mis transgresiones; Porque son muchos mis gemidos y desfallece mi corazón." (Lamentations 1:22)

Other publications related to "Lamentations 1:19":

Charles Spurgeon
The consolations of the Lord
An article about finding comfort in the Lords grace and expressing praise through music


Samuel Acevedo
My God, why have you forsaken me?
The article discusses the concept of divine discomfort and how to deal with feeling abandoned by God. It emphasizes the importance of sending prayers and being attentive to signs from God amidst difficult situations.


Lamentations 1:19 - Cross Reference

Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Así dirán al rey de Judá, que los envió a Mí para consultarme: "El ejército de Faraón que salió para ayudarles a ustedes, volverá a su tierra de Egipto. (Jeremiah 37:7)
El ha alejado de mí a mis hermanos, Y mis conocidos se han apartado completamente de mí. (Job 19:13)
Todo su pueblo gime buscando pan; Han dado sus tesoros a cambio de comida Para restaurar sus vidas. "Mira, oh SEÑOR, y observa Que me están despreciando." (Lamentations 1:11)
Todos tus amantes te han olvidado, Ya no te buscan; Porque con herida de enemigo te han herido, Con castigo de hombre cruel, Por lo grande de tu iniquidad Y lo numeroso de tus pecados. (Jeremiah 30:14)
Por tanto, así dice el SEÑOR: 'En cuanto a los profetas que profetizan en Mi nombre sin que Yo los haya enviado, y que dicen: "No habrá espada ni hambre en esta tierra," a espada y de hambre esos profetas perecerán.' (Jeremiah 14:15)
Pero ¿dónde están tus dioses, Los que hiciste para ti? Que se levanten, a ver si pueden salvarte En el tiempo de tu calamidad; Porque según el número de tus ciudades Son tus dioses, oh Judá. (Jeremiah 2:28)
¿Por qué han de morir, tú y tu pueblo, por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha hablado el SEÑOR de la nación que no sirva al rey de Babilonia? (Jeremiah 27:13)
Porque tanto el profeta como el sacerdote están corrompidos; Aun en Mi casa he hallado su maldad," declara el SEÑOR. (Jeremiah 23:11)
Llora amargamente en la noche, Y le corren las lágrimas por sus mejillas. No hay quien la consuele Entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, Se han convertido en sus enemigos. (Lamentations 1:2)
Sus consagrados eran más puros que la nieve, Más blancos que la leche, Más rojizos de cuerpo que los corales, Como el zafiro era su apariencia. (Lamentations 4:7)
Aun nuestros ojos desfallecían, Buscar ayuda fue inútil. En nuestro velar hemos aguardado A una nación incapaz de salvar. (Lamentations 4:17)
Los príncipes fueron colgados de sus manos, Los rostros de los ancianos no fueron respetados. (Lamentations 5:12)
Mira, oh SEÑOR, y observa: ¿A quién has tratado así? ¿Habían de comerse las mujeres el fruto de sus entrañas , A los pequeños criados con cariño? ¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor El sacerdote y el profeta? (Lamentations 2:20)