No Me has traído las ovejas de tus holocaustos, Ni Me has honrado con tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas de cereal, Ni te he cansado exigiendo incienso.
(Isaiah 43:23)
No Me has comprado con dinero caña aromática, Ni con la grasa de tus sacrificios Me has saciado. Por el contrario Me has abrumado con tus pecados, Y Me has cansado con tus iniquidades.
(Isaiah 43:24)
Yo, Yo soy el que borro tus transgresiones por amor a Mí mismo, Y no recordaré tus pecados.
(Isaiah 43:25)
Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; Habla tú para justificarte.
Tu primer padre pecó, Y tus voceros se rebelaron contra Mí.
(Isaiah 43:27)
Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario, Y entregaré a Jacob al anatema (a la destrucción) y a Israel al oprobio.
(Isaiah 43:28)
Mas ahora escucha, Jacob, siervo Mío, Israel, a quien Yo he escogido.
(Isaiah 44:1)
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Isaiah 43:26 - Cross Reference
Porque Tú me dijiste: 'De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad.'"
(Genesis 32:12)
Yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca.
(Job 40:4)
Y Jesús les dijo: "Ustedes son los que se justifican a sí mismos ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.
(Luke 16:15)
¿O QUIEN LE HA DADO A EL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR?
(Romans 11:35)
Así dice el Señor DIOS: "Aún permitiré a la casa de Israel que Me pida hacer esto por ellos: Multiplicar sus hombres como un rebaño.
(Ezekiel 36:37)
¡Ah, si un hombre pudiera discutir con Dios Como un hombre con su vecino!
(Job 16:21)
Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán.
(Isaiah 1:18)
Cercano está el que Me justifica; ¿Quién discutirá conmigo? Comparezcamos juntos; ¿Quién es el enemigo de Mi causa? Que se acerque a Mí.
(Isaiah 50:8)
Guarden silencio ante Mí, costas, Y renueven sus fuerzas los pueblos. Acérquense y entonces hablen, Juntos vengamos a juicio.
(Isaiah 41:1)
Pero Yo te planté como vid escogida, Toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, te has convertido delante de Mí En un sarmiento degenerado de una vid extraña?
(Jeremiah 2:21)
Dijo también Jesús esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás:
(Luke 18:9)
Ciñe ahora tus lomos como un hombre; Yo te preguntaré, y tú Me instruirás.
(Job 40:7)
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
(Luke 10:29)
Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
(Psalm 141:2)
Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
(Romans 10:3)
¡Quién me diera saber dónde encontrarlo, Para poder llegar hasta Su trono!
(Job 23:3)
Todas las naciones a una se han reunido Y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto Y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, Que oigan y digan: "Es verdad."
(Isaiah 43:9)
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
(Romans 8:33)