Sé fiador de Tu siervo para bien; Que no me opriman los soberbios.
(Psalm 119:122)
Desfallecen mis ojos por Tu salvación Y por la promesa de Tu justicia.
(Psalm 119:123)
Haz con Tu siervo según Tu misericordia Y enséñame Tus estatutos.
(Psalm 119:124)
Yo soy Tu siervo, dame entendimiento Para que conozca Tus testimonios.
Es tiempo de que actúe el SEÑOR, Porque han quebrantado Tu ley.
(Psalm 119:126)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino.
(Psalm 119:127)
Por tanto, estimo rectos todos Tus preceptos acerca de todas las cosas, Y aborrezco todo camino de mentira.
(Psalm 119:128)
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Vuélvete hacia mí, y tenme piedad; Da Tu poder a Tu siervo, Y salva al hijo de Tu sierva.
(Psalm 86:16)
Abre mis ojos, para que vea Las maravillas de Tu ley.
(Psalm 119:18)
Enséñame buen juicio y conocimiento, Pues creo en Tus mandamientos.
(Psalm 119:66)
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
(James 1:5)
Quita de mí el camino de la mentira, Y en Tu bondad concédeme Tu ley.
(Psalm 119:29)
No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios,
(2 Corinthians 3:5)
El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Y el conocimiento del Santo es inteligencia.
(Proverbs 9:10)
La sabiduría del prudente está en entender su camino, Pero la necedad de los necios es engaño.
(Proverbs 14:8)
Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo.
(2 Timothy 2:7)
Dame entendimiento para que guarde Tu ley Y la cumpla de todo corazón.
(Psalm 119:34)
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
(James 3:13)
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti.
(Psalm 119:11)
Aquella noche Dios se apareció a Salomón y le dijo: "Pide lo que quieras que Yo te dé."
(2 Chronicles 1:7)
Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
(Romans 6:22)
¡Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy Tu siervo, Siervo Tuyo soy, hijo de Tu sierva; Tú desataste mis ataduras.
(Psalm 116:16)
Tuyo soy, Señor, sálvame, Pues Tus preceptos he buscado.
(Psalm 119:94)