Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré.
(Psalm 81:10)
Pero Mi pueblo no escuchó Mi voz; Israel no Me obedeció.
(Psalm 81:11)
Por eso los entregué a la dureza de su corazón, Para que anduvieran en sus propias intrigas.
(Psalm 81:12)
¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos!
En un momento Yo subyugaría a sus enemigos Y volvería Mi mano contra sus adversarios.
(Psalm 81:14)
Los que aborrecen al SEÑOR Le fingirían obediencia, Y el tiempo de su castigo sería para siempre.
(Psalm 81:15)
Pero Yo te alimentaría con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña te saciaría."
(Psalm 81:16)
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Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, Que comprendieran su futuro.
(Deuteronomy 32:29)
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!
(Matthew 23:37)
¡Si tan sólo hubieras atendido a Mis mandamientos! Entonces habría sido tu paz como un río, Y tu justicia como las olas del mar.
(Isaiah 48:18)
Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas (reverencies) al SEÑOR tu Dios, que andes en todos Sus caminos, que Lo ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,
(Deuteronomy 10:12)
Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella,
(Luke 19:41)
¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que Me temieran, y guardaran siempre todos Mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!
(Deuteronomy 5:29)