Nueva Biblia Latinoamericana
Acércate a mi alma y redímela; Por causa de mis enemigos, rescátame. (Psalm 69:18)
Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia; Todos mis adversarios están delante de Ti. (Psalm 69:19)
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no la hubo; Busqué consoladores, pero no los hallé. (Psalm 69:20)
Y por comida me dieron hiel, Y para mi sed me dieron a beber vinagre.
Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, Y cuando estén en paz, se vuelva una trampa. (Psalm 69:22)
Núblense sus ojos para que no puedan ver, Y haz que sus lomos tiemblen continuamente. (Psalm 69:23)
Derrama sobre ellos Tu indignación, Y que el ardor de Tu ira los alcance. (Psalm 69:24)

Other publications related to "Psalm 69:21":

Samuel Acevedo
My God, why have you forsaken me?
The article discusses the concept of divine discomfort and how to deal with feeling abandoned by God. It emphasizes the importance of sending prayers and being attentive to signs from God amidst difficult situations.


Brandt Gillespie
David cries out
Explore the struggles and redemption of David, a man after God's own heart, and learn how his journey can inspire your own transformation.


Psalm 69:21 - Cross Reference

Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos acerca de los profetas: 'Voy a darles de comer ajenjo Y hacerles que beban agua envenenada, Porque de los profetas de Jerusalén Ha salido la corrupción a todo el país.'" (Jeremiah 23:15)
Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, dio a Jesús a beber, diciendo: "Dejen, veamos si Elías Lo viene a bajar." (Mark 15:36)
Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed." (John 19:28)
Al instante, uno de ellos corrió, y tomando una esponja, la empapó en vinagre, y poniéndola en una caña, Le dio a beber. (Matthew 27:48)
¿Por qué estamos aún sentados? Congréguense, y entremos en las ciudades fortificadas, Y perezcamos allí, Pues el SEÑOR nuestro Dios nos hace perecer Y nos ha dado a beber agua envenenada, Porque hemos pecado contra el SEÑOR. (Jeremiah 8:14)
Le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero después de probarlo, no lo quiso beber. (Matthew 27:34)
no sea que haya entre ustedes hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre ustedes una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo. (Deuteronomy 29:18)
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré a beber agua envenenada. (Jeremiah 9:15)
Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a El y Le ofrecían vinagre, (Luke 23:36)
Trataron de dar a Jesús vino mezclado con mirra, pero El no lo tomó. (Mark 15:23)