Nueva Biblia Latinoamericana
Por la voz del que me reprocha e insulta, Por la presencia del enemigo y del vengativo. (Psalm 44:16)
Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de Ti, Ni hemos faltado a Tu pacto. (Psalm 44:17)
No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han desviado nuestros pasos de Tu senda; (Psalm 44:18)
Sin embargo, nos has quebrantado en la región de los chacales, Y nos has cubierto con la sombra de la muerte.
Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, O extendido nuestras manos a un dios extraño, (Psalm 44:20)
¿No se habría dado cuenta Dios de esto? Pues El conoce los secretos del corazón. (Psalm 44:21)
Pero por causa Tuya nos matan cada día; Se nos considera como ovejas para el matadero. (Psalm 44:22)

Other publications related to "Psalm 44:19":

Charles Spurgeon
No weapon forged against you will prosper
An article about the promise of the Lord that no weapon forged against his people will prosper and how slander and falsehoods will be turned to their honor.


Samuel Acevedo
My God, why have you forsaken me?
The article discusses the concept of divine discomfort and how to deal with feeling abandoned by God. It emphasizes the importance of sending prayers and being attentive to signs from God amidst difficult situations.


Psalm 44:19 - Cross Reference

He venido a ser hermano de chacales Y compañero de avestruces. (Job 30:29)
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino se quedó en tinieblas; y todos se mordían la lengua de dolor. (Revelation 16:10)
Tú dividiste el mar con Tu poder; Quebraste las cabezas de los monstruos en las aguas. (Psalm 74:13)
Aquel día el SEÑOR castigará Con Su espada inflexible, grande y poderosa, A Leviatán (monstruo marino), serpiente huidiza, A Leviatán, serpiente tortuosa, Y matará al dragón que vive en el mar. (Isaiah 27:1)
Vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón. (Revelation 13:11)
Para el director del coro; según la tonada de "El Lirio del Testimonio." Mictam de David para enseñar, cuando luchó con Aram Naharaim y contra Aram Soba, y volvió Joab e hirió a 12,000 Edomitas en el Valle de la Sal. Oh Dios, Tú nos has rechazado, nos has quebrantado, Te has enojado. Restáuranos, oh Dios . (Psalm 60:1)
Estoy entumecido y abatido en gran manera; Gimo a causa de la agitación de mi corazón. (Psalm 38:8)
Tú les dirás esta palabra: 'Que viertan lágrimas mis ojos noche y día, Sin cesar, Porque con gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, De una herida muy dolorosa. (Jeremiah 14:17)
Habla y di: 'Así dice el Señor DIOS: "Yo estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, El gran monstruo que yace en medio de sus ríos, Que ha dicho: 'Mío es el Nilo, Yo mismo me lo hice.' (Ezekiel 29:3)
Antes que me vaya, para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombras profundas; (Job 10:21)
La tierra abrasada se convertirá en laguna, Y el secadal en manantiales de aguas. En la guarida de chacales, su lugar de descanso, La hierba se convertirá en cañas y juncos. (Isaiah 35:7)
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. (Revelation 12:9)
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado. (Psalm 51:8)
EL PUEBLO ASENTADO EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN LUZ, Y A LOS QUE VIVIAN EN REGION Y SOMBRA DE MUERTE, UNA LUZ LES RESPLANDECIO." (Matthew 4:16)
Espinos crecerán en sus palacios, Ortigas y cardos en sus ciudades fortificadas. Será también guarida de chacales Y morada de crías de avestruz. (Isaiah 34:13)
Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, Pósese sobre él una nube, Llénelo de terror la negrura del día. (Job 3:5)
La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. El dragón le dio su poder, su trono, y gran autoridad. (Revelation 13:2)
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento. (Psalm 23:4)