Sálvame de la boca del león Y de los cuernos de los búfalos; respóndeme.
(Psalm 22:21)
Hablaré de Tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación Te alabaré.
(Psalm 22:22)
Los que temen al SEÑOR, alábenlo; Descendencia toda de Jacob, glorifíquenlo, Témanlo, descendencia toda de Israel.
(Psalm 22:23)
Porque El no ha despreciado ni aborrecido la aflicción del angustiado, Ni le ha escondido Su rostro; Sino que cuando clamó al SEÑOR, lo escuchó.
De Ti viene mi alabanza en la gran congregación; Mis votos cumpliré delante de los que Le temen.
(Psalm 22:25)
Los pobres comerán y se saciarán; Los que buscan al SEÑOR, Lo alabarán. ¡Viva para siempre el corazón de ustedes!
(Psalm 22:26)
Todos los términos de la tierra se acordarán y se volverán al SEÑOR, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de Ti.
(Psalm 22:27)
Other publications related to "Psalm 22:24":
Psalm 22:24 - Cross Reference
Ofrecí Mi espalda a los que Me herían, Y Mis mejillas a los que Me arrancaban la barba; No escondí Mi rostro de injurias y salivazos.
(Isaiah 50:6)
En medio de mi angustia invoqué al SEÑOR; El SEÑOR me respondió y me puso en un lugar espacioso.
(Psalm 118:5)
Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias.
(Psalm 34:6)
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente.
(Hebrews 5:7)
Pero yo estoy afligido y adolorido; Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
(Psalm 69:29)
Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo.
(Psalm 22:2)
Dirán todos mis huesos: "SEÑOR, ¿quién como Tú, Que libras al afligido de aquél que es más fuerte que él, Sí, al afligido y al necesitado de aquél que lo despoja?"
(Psalm 35:10)
Los lazos de la muerte me rodearon, Y los terrores del Seol vinieron sobre mí; Angustia y tristeza encontré.
(Psalm 116:3)
Pero yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
(Psalm 22:6)
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: "Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU." Habiendo dicho esto, expiró.
(Luke 23:46)
Y no escondas Tu rostro de Tu siervo, Porque estoy en angustia; respóndeme pronto.
(Psalm 69:17)