Levántate, oh SEÑOR; alza, oh Dios, Tu mano. No Te olvides de los pobres.
(Psalm 10:12)
¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha dicho en su corazón: "Tú no le pedirás cuentas."
(Psalm 10:13)
Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y el maltrato, para hacer justicia con Tu mano. A Ti se acoge el desvalido; Tú has sido amparo del huérfano.
(Psalm 10:14)
Quiébrale el brazo al impío y al malvado; Persigue su maldad hasta que desaparezca.
El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre; Las naciones han perecido de Su tierra.
(Psalm 10:16)
Oh SEÑOR, Tú has oído el deseo de los humildes; Tú fortalecerás su corazón e inclinarás Tu oído
(Psalm 10:17)
Para hacer justicia al huérfano y al afligido; Para que no vuelva a causar terror el hombre que es de la tierra.
(Psalm 10:18)
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Psalm 10:15 - Cross Reference
Y sucederá en aquel tiempo Que Yo escudriñaré a Jerusalén con lámparas, Y castigaré a los hombres Que reposan como el vino en su sedimento, Que dicen en su corazón: 'Ni bien ni mal hará el SEÑOR.'
(Zephaniah 1:12)
Pero es quitada la luz a los impíos, Y es quebrado el brazo rebelde.
(Job 38:15)
por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Voy a traer tal calamidad sobre Jerusalén y Judá, que a todo el que oiga de ello le retumbarán ambos oídos.
(2 Kings 21:12)
También en tus faldas se halla Sangre de la vida de pobres inocentes; No los encontraste forzando la entrada. Pero a pesar de todo esto,
(Jeremiah 2:34)
Porque los brazos de los impíos serán quebrados, Pero el SEÑOR sostiene a los justos.
(Psalm 37:17)
¡Ay del pastor inútil Que abandona el rebaño! ¡Caiga la espada sobre su brazo Y sobre su ojo derecho! Su brazo se secará por completo, Y su ojo derecho totalmente se oscurecerá."
(Zechariah 11:17)
Que se acabe la maldad de los impíos, pero establece Tú al justo, Porque el Dios justo prueba los corazones y las mentes.
(Psalm 7:9)
Así haré cesar la lascivia (lujuria) de la tierra, y todas las mujeres serán advertidas y no cometerán lascivia como ustedes.
(Ezekiel 23:48)
¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque Tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; Rompes los dientes de los impíos.
(Psalm 3:7)
Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón, rey de Egipto, y no ha sido vendado para curarlo, ni ligado con vendas de modo que cobre fuerzas para empuñar la espada.
(Ezekiel 30:21)