Nueva Biblia Latinoamericana
Eso también hubiera sido iniquidad que merecía juicio, Porque habría negado al Dios de lo alto. (Job 31:28)
¿Acaso me he alegrado en la destrucción de mi enemigo, O me he regocijado cuando el mal le sobrevino? (Job 31:29)
No, no he permitido que mi boca peque Pidiendo su vida en una maldición. (Job 31:30)
¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda: '¿Quién puede hallar a alguien que no se haya saciado con su carne?'
El extranjero no pasa la noche afuera, Porque al viajero he abierto mis puertas. (Job 31:32)
¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán, Ocultando en mi seno mi iniquidad, (Job 31:33)
Porque temí a la gran multitud, O el desprecio de las familias me aterró, Y guardé silencio y no salí de mi puerta? (Job 31:34)

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Job 31:31 - Cross Reference

Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, Ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. (Psalm 27:2)
Al ver esto, Sus discípulos Jacobo (Santiago) y Juan, dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?" (Luke 9:54)
Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió: "¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del SEÑOR?" (2 Samuel 19:21)
Que no digan en su corazón: "¡Esto es lo que queríamos!" Que no digan: "¡Lo hemos devorado!" (Psalm 35:25)
Entonces Johanán, hijo de Carea, le dijo en secreto a Gedalías en Mizpa: "Déjame ir a matar a Ismael, hijo de Netanías, y nadie lo sabrá. ¿Por qué te ha de quitar la vida y se dispersen así todos los Judíos que se han reunido alrededor de ti, y perezca el remanente de Judá?" (Jeremiah 40:15)
Ustedes que aborrecen lo bueno y aman lo malo, Que le arrancan al pueblo la piel de encima Y la carne de sobre sus huesos; (Micah 3:2)
Y los hombres de David le dijeron: "Mira, este es el día del que el SEÑOR te habló: 'Voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca.'" Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl. (1 Samuel 24:4)
Hoy han visto sus ojos que el SEÑOR lo ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: 'No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del SEÑOR.' (1 Samuel 24:10)
¿Por qué me persiguen como Dios lo hace , Y no dejan ya de saciarse de mi carne? (Job 19:22)
Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. (Luke 22:50)
Entonces Abisai dijo a David: "Hoy Dios ha entregado a tu enemigo en tu mano. Ahora pues, déjame clavarlo a la tierra de un solo golpe; no tendré que darle por segunda vez." (1 Samuel 26:8)
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: "¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza." (2 Samuel 16:9)
No dabas a beber agua al cansado, Y le negabas pan al hambriento. (Job 22:7)
Si dicen: "Ven con nosotros, Pongámonos al asecho para derramar sangre, Sin causa asechemos al inocente, (Proverbs 1:11)
Pero ellos a su propia sangre asechan, Tienden lazo a sus propias vidas. (Proverbs 1:18)