Hubo un hombre en la tierra de Uz llamado Job. Aquel hombre era intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
(Job 1:1)Le nacieron siete hijos y tres hijas.
(Job 1:2)Su hacienda era de 7,000 ovejas, 3,000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísima servidumbre. Aquel hombre era el más grande de todos los hijos del oriente.
(Job 1:3)Sus hijos acostumbraban ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos.
Cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: "Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones." Job siempre hacía así.
(Job 1:5)Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, Satanás (el adversario) vino también entre ellos.
(Job 1:6)Y el SEÑOR preguntó a Satanás: "¿De dónde vienes?" Entonces Satanás respondió al SEÑOR: "De recorrer la tierra y de andar por ella."
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Cántico de ascenso gradual; de David. Miren cuán bueno y cuán agradable es Que los hermanos habiten juntos en armonía.
(Psalm 133:1)