Entonces entregaron el dinero en manos de los obreros que estaban encargados de la casa del SEÑOR; y los obreros que trabajaban en la casa del SEÑOR lo usaron para restaurar y reparar la casa.
(2 Chronicles 34:10)
Ellos a su vez les dieron dinero a los carpinteros y a los constructores para comprar piedra de cantería y maderas para las uniones, y hacer vigas para los edificios que los reyes de Judá habían dejado que se arruinaran.
(2 Chronicles 34:11)
Los hombres hicieron el trabajo fielmente con estos capataces sobre ellos para dirigirlos: Jahat y Abdías, Levitas de los hijos de Merari, y Zacarías y Mesulam, de los hijos de Coat, y de los Levitas, todos los que eran hábiles con instrumentos musicales.
(2 Chronicles 34:12)
Ellos también estaban sobre los cargadores y dirigían, de trabajo en trabajo, a todos los que hacían la obra. Algunos de los Levitas eran escribas, oficiales y porteros.
Mientras ellos sacaban el dinero que habían traído a la casa del SEÑOR, el sacerdote Hilcías encontró el Libro de la Ley del SEÑOR dada por Moisés.
(2 Chronicles 34:14)
Entonces Hilcías dijo al escriba Safán: "He hallado el Libro de la Ley en la casa del SEÑOR." Hilcías le dio el libro a Safán,
(2 Chronicles 34:15)
y éste llevó el libro al rey y le dio más noticias: "Todo lo que fue encomendado a sus siervos, lo están haciendo.
(2 Chronicles 34:16)
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2 Chronicles 34:13 - Cross Reference
y con ellos en segundo lugar a sus parientes: Zacarías, Ben, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed Edom y Jeiel, los porteros.
(1 Chronicles 15:18)
Por mi parte yo daré a tus siervos, los trabajadores que cortan la madera, 4.4 millones de litros (20,000 coros) de trigo en grano, y 4.4 millones de litros de cebada, y 444,000 litros (20,000 batos) de vino, y 444,000 litros de aceite."
(2 Chronicles 2:10)
¿Cómo pueden decir: 'Somos sabios, Y la ley del SEÑOR está con nosotros,' Cuando la ha cambiado en mentira La pluma mentirosa de los escribas?
(Jeremiah 8:8)
Y conforme a las ordenanzas de su padre David, designó las clases sacerdotales en sus servicios, a los Levitas en sus deberes de alabar y ministrar delante de los sacerdotes según lo prescrito para cada día y a los porteros por sus clases para cada puerta; porque así lo había ordenado David, hombre de Dios.
(2 Chronicles 8:14)
Los porteros eran: Salum, Acub, Talmón, Ahimán y sus parientes. Salum el jefe,
(1 Chronicles 9:17)
Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,
(Matthew 26:3)
Pero se decía en Judá: "Desfallecen las fuerzas de los cargadores, Y queda mucho escombro; Nosotros no podemos Reedificar la muralla."
(Nehemiah 4:10)
Y con ellos estaban Hemán y Jedutún con trompetas y címbalos para los que harían resonancia, y con instrumentos para los cánticos de Dios, y designó a los hijos de Jedutún como porteros.
(1 Chronicles 16:42)
De éstos, 24,000 debían dirigir la obra de la casa del SEÑOR, 6,000 eran oficiales y jueces,
(1 Chronicles 23:4)
Estos eran los principales oficiales del rey Salomón: 250 que gobernaban sobre el pueblo.
(2 Chronicles 8:10)
Puso 70,000 de ellos a llevar cargas, 80,000 a labrar piedras en los montes y 3,600 como capataces para hacer trabajar al pueblo.
(2 Chronicles 2:18)
Para las clases de porteros había: de los Coreítas, Meselemías, hijo de Coré, de los hijos de Asaf.
(1 Chronicles 26:1)
En cuanto a los Izharitas, Quenanías y sus hijos fueron asignados para los negocios exteriores de Israel, como oficiales y jueces.
(1 Chronicles 26:29)
También dejó como porteros a Obed Edom con sus sesenta y ocho parientes, a Obed Edom, también hijo de Jedutún, y a Hosa.
(1 Chronicles 16:38)
Amarías, el sumo sacerdote, presidirá sobre ustedes en todos los asuntos del SEÑOR, y Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá, en todos los asuntos del rey. También los Levitas serán oficiales delante de ustedes. Sean valientes y obren bien, y sea el SEÑOR con el bueno."
(2 Chronicles 19:11)
Este Esdras subió de Babilonia, y era escriba experto en la ley de Moisés, que el SEÑOR, Dios de Israel, había dado. El rey le concedió todo lo que pedía porque la mano del SEÑOR su Dios estaba sobre él.
(Ezra 7:6)