Hizo venir a los sacerdotes y a los Levitas y los reunió en la plaza oriental.
(2 Chronicles 29:4)
Entonces les dijo: "Oiganme, Levitas. Santifíquense ahora, y santifiquen la casa del SEÑOR, Dios de sus padres, y saquen lo inmundo del lugar santo.
(2 Chronicles 29:5)
Porque nuestros padres han sido infieles y han hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR nuestro Dios, Lo han abandonado, han apartado sus rostros de la morada del SEÑOR y Le han vuelto las espaldas.
(2 Chronicles 29:6)
También han cerrado las puertas del pórtico y han apagado las lámparas, y no han quemado incienso ni ofrecido holocaustos en el lugar santo al Dios de Israel.
Por tanto, la ira del SEÑOR vino contra Judá y Jerusalén, y El los hizo objeto de espanto, de horror y de burla, como ustedes lo ven con sus propios ojos.
(2 Chronicles 29:8)
Por eso nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos y nuestras hijas y nuestras mujeres están en cautividad a causa de esto.
(2 Chronicles 29:9)
Ahora he decidido en mi corazón hacer un pacto con el SEÑOR, Dios de Israel, para que el ardor de Su ira se aparte de nosotros.
(2 Chronicles 29:10)
Other publications related to "2 Chronicles 29:7":
2 Chronicles 29:7 - Cross Reference
En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa del SEÑOR y las reparó.
(2 Chronicles 29:3)
Manda a los Israelitas que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para hacer arder la lámpara continuamente.
(Leviticus 24:2)
Entonces el rey Acaz cortó los bordes de las basas, y quitó de ellas la pila. También quitó el mar de sobre los bueyes de bronce que estaban debajo de él y lo puso sobre un enlosado de piedra.
(2 Kings 16:17)
¡Oh, si hubiera entre ustedes quien cerrara las puertas para que no encendieran Mi altar en vano! No me complazco en ustedes," dice el SEÑOR de los ejércitos "ni de su mano aceptaré ofrenda.
(Malachi 1:10)
Además, cuando Acaz recogió los utensilios de la casa de Dios, hizo pedazos los utensilios de la casa de Dios; cerró las puertas de la casa del SEÑOR e hizo para sí altares en cada rincón de Jerusalén.
(2 Chronicles 28:24)