Jehú mató a todos los que quedaban de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus grandes, a sus amigos íntimos y a sus sacerdotes, hasta que no le dejó ningún sobreviviente.
(2 Reyes 10:11)
Después Jehú se levantó y partió, y fue a Samaria. En el camino mientras estaba en Bet Eked de los pastores,
(2 Reyes 10:12)
se encontró con los parientes de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: "¿Quiénes son ustedes?" Y ellos respondieron: "Somos parientes de Ocozías; y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre."
(2 Reyes 10:13)
Entonces Jehú dijo: "Tómenlos vivos." Y los tomaron vivos, y los mataron en el foso de Bet Eked, cuarenta y dos hombres. No dejó ninguno de ellos.
Cuando partió de allí, Jehú se encontró con Jonadab, hijo de Recab, que venía a su encuentro, lo saludó y le dijo: "¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo?" Y Jonadab respondió: "Lo es." Y Jehú dijo: " Si lo es, dame la mano." Y le dio su mano y lo hizo subir al carro.
(2 Reyes 10:15)
Y él dijo: "Ven conmigo y verás mi celo por el SEÑOR." Y lo hizo ir con él en su carro.
(2 Reyes 10:16)
Cuando llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de Acab en Samaria, hasta acabar con ellos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado a Elías.
(2 Reyes 10:17)
Otras publicaciones relacionadas con "2 Reyes 10:14":
2 Reyes 10:14 - Referencia Cruzada
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: "Si están de mi parte y escuchan mi voz, tomen las cabezas de los hombres, de los hijos de su señor, y vengan a verme a Jezreel mañana a estas horas." Y los hijos del rey, setenta personas, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban.
(2 Reyes 10:6)
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real.
(2 Reyes 11:1)
Cuando Jehú estaba ejecutando justicia contra la casa de Acab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías que estaban al servicio de Ocozías, y los mató.
(2 Crónicas 22:8)
Sepan entonces que no caerá a tierra ninguna de las palabras del SEÑOR, las cuales el SEÑOR habló acerca de la casa de Acab. El SEÑOR ha hecho lo que habló por medio de Su siervo Elías."
(2 Reyes 10:10)
Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, tal como había hecho la casa de Acab (porque la hija de Acab era su mujer); e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
(2 Reyes 8:18)
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó toda la descendencia real de la casa de Judá.
(2 Crónicas 22:10)
Entonces dijo: "Si en paz han salido, préndanlos vivos; o si en guerra han salido, préndanlos vivos."
(1 Reyes 20:18)