Entonces el rey de Israel envió gente al lugar que el hombre de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo él, se cuidó de ir allí, y esto no una ni dos veces.
(2 Reyes 6:10)Y se enfureció el corazón del rey de Aram por este hecho; y llamando a sus siervos, les dijo: "¿No me van a revelar quién de los nuestros está a favor del rey de Israel?"
(2 Reyes 6:11)Y uno de sus siervos dijo: "No, rey señor mío, sino que Eliseo, el profeta que está en Israel, le dice al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu alcoba."
(2 Reyes 6:12)Y él dijo: "Vayan y vean donde está, y enviaré a prenderlo." Y le avisaron: "El está en Dotán."
Entonces envió allá caballos, carros y un gran ejército; y llegaron de noche y cercaron la ciudad.
(2 Reyes 6:14)Y cuando el que servía al hombre de Dios se levantó temprano y salió, vio que un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: "¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?"
(2 Reyes 6:15)Y él respondió: "No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos."
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2 Reyes 6:13 - Referencia Cruzada
Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos convocaron un concilio, y decían: "¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales (muchos milagros).
(Juan 11:47)Cuando se hizo de día, los Judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
(Hechos 23:12)Se han ido de aquí," le contestó el hombre, "pues yo les oí decir: 'Vamos a Dotán.'" Entonces José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
(Génesis 37:17)Se sienta al acecho en las aldeas, En los escondrijos mata al inocente; Sus ojos espían al desvalido.
(Salmos 10:8)Entonces, el rey reunió a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, y averiguó de ellos dónde había de nacer el Cristo (el Mesías).
(Mateo 2:4)Luego el rey ordenó a Jerameel, hijo del rey, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendieran al escriba Baruc y al profeta Jeremías, pero el SEÑOR los escondió.
(Jeremías 36:26)El impío trama contra el justo, Y contra él rechina sus dientes.
(Salmos 37:12)Vayan ahora, asegúrense, investiguen y vean dónde está su escondite, y quién lo ha visto allí, porque me han dicho que es muy astuto.
(1 Samuel 23:22)