Nueva Biblia Latinoamericana
David tomó los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad Ezer, y los trajo a Jerusalén. (2 Samuel 8:7)
Y de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad Ezer, el rey David tomó una gran cantidad de bronce. (2 Samuel 8:8)
Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad Ezer, (2 Samuel 8:9)
Toi envió a su hijo Joram al rey David, para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad Ezer y lo había derrotado; pues Hadad Ezer había estado en guerra con Toi. Y Joram trajo consigo objetos de plata, de oro y de bronce,
que el rey David dedicó también al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había dedicado de todas las naciones que él había sometido: (2 Samuel 8:11)
de Aram y Moab, de los Amonitas, de los Filisteos y de los Amalecitas, y del botín de Hadad Ezer, hijo de Rehob, rey de Soba. (2 Samuel 8:12)
Y David se hizo de renombre cuando regresó de derrotar a 18,000 Arameos en el Valle de la Sal. (2 Samuel 8:13)

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2 Samuel 8:10 - Referencia Cruzada

envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad Ezer y lo había derrotado, pues Hadad Ezer había estado en guerra con Tou. Y Adoram trajo toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce. (1 Crónicas 18:10)
Entonces él les preguntó cómo se encontraban, y añadió: "¿Cómo está su anciano padre de quien me hablaron? ¿Vive todavía?" (Génesis 43:27)
Tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, llegó Samuel; y Saúl salió a su encuentro para saludarle. (1 Samuel 13:10)
Que no digan los que pasan: "La bendición del SEÑOR sea sobre ustedes; Los bendecimos en el nombre del SEÑOR." (Salmos 129:8)
y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciéndole: 'Que su Dios haga el nombre de Salomón más célebre que su nombre y su trono más grande que el trono de usted.' Y el rey ha adorado en el lecho. (1 Reyes 1:47)
En aquel tiempo Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado. (Isaías 39:1)