Nueva Biblia Latinoamericana
Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja; entonces Isboset dijo a Abner: "¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?" (2 Samuel 3:7)
Abner se enojó mucho por las palabras de Isboset, y dijo: "¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer. (2 Samuel 3:8)
Así haga Dios a Abner, y aún más, si lo que el SEÑOR ha jurado a David no lo obtengo para él: (2 Samuel 3:9)
transferir el reino de la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beerseba."
Y él ya no pudo responder a Abner ni una palabra, porque le temía. (2 Samuel 3:11)
Entonces Abner envió mensajeros a David de su parte y preguntó: "¿De quién es la tierra? Y que dijeran también: Haga su pacto conmigo, y mi mano será con usted para traer a usted a todo Israel." (2 Samuel 3:12)
Y David respondió: "Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl." (2 Samuel 3:13)

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2 Samuel 3:10 - Referencia Cruzada

Entonces salieron todos los Israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al SEÑOR como un solo hombre en Mizpa. (Jueces 20:1)
Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón. (1 Reyes 4:25)
Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel había sido confirmado como profeta del SEÑOR. (1 Samuel 3:20)
Y el rey dijo a Joab, comandante del ejército, que estaba con él: "Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo para que yo sepa el número de la gente." (2 Samuel 24:2)
Pero yo aconsejo que todo Israel se reúna con usted, desde Dan hasta Beerseba, abundantes como la arena que está a la orilla del mar, y que usted personalmente vaya al combate. (2 Samuel 17:11)