Nueva Biblia Latinoamericana
Hicimos una incursión contra el Neguev de los Cereteos, contra el de Judá y contra el Neguev de Caleb, y pusimos fuego a Siclag." (1 Samuel 30:14)
Entonces David le dijo: "¿Me llevarás a esa banda?" Y él respondió: "Júreme por Dios que no me matará ni me entregará en manos de mi amo, y lo llevaré a esa banda." (1 Samuel 30:15)
Cuando lo llevó, vieron que los Amalecitas estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos y de la tierra de Judá. (1 Samuel 30:16)
Y David los hirió desde el anochecer hasta el atardecer del día siguiente. Ninguno de ellos escapó, excepto 400 jóvenes que montaron en camellos y huyeron.
David recuperó todo lo que los Amalecitas habían tomado, también rescató a sus dos mujeres. (1 Samuel 30:18)
Nada de lo que era de ellos les faltó, pequeño o grande, hijos o hijas, botín o cualquier cosa que habían tomado para sí; David lo recuperó todo. (1 Samuel 30:19)
David tomó también todas las ovejas y el ganado de los Amalecitas, llevándolos delante de los otros ganados, y decían: "Este es el botín de David." (1 Samuel 30:20)

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1 Samuel 30:17 - Referencia Cruzada

Barac persiguió los carros y el ejército hasta Haroset Goyim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada. No quedó ni uno. (Jueces 4:16)
Acamparon unos frente a otros por siete días. Al séptimo día comenzó la batalla, y los Israelitas mataron de los Arameos a 100,000 hombres de a pie en un solo día. (1 Reyes 20:29)
Entonces los desmenucé como polvo delante del viento; Los arrojé como lodo de las calles. (Salmos 18:42)
Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.'" (1 Samuel 15:3)
A la mañana siguiente, a la vigilia de la mañana (2 a 6 a.m.), Saúl dispuso al pueblo en tres compañías; y entraron en medio del campamento, e hirieron a los Amonitas hasta que calentó el día. Los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos. (1 Samuel 11:11)