Nueva Biblia Latinoamericana
Había un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía 3,000 ovejas y 1,000 cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas. (1 Samuel 25:2)
El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente y de hermosa apariencia, pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era Calebita. (1 Samuel 25:3)
Y David oyó en el desierto que Nabal estaba trasquilando sus ovejas. (1 Samuel 25:4)
Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo: "Suban a Carmel, visiten a Nabal y salúdenlo en mi nombre;
y le dirán así: 'Ten una larga vida, paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes. (1 Samuel 25:6)
He oído que tienes esquiladores. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel. (1 Samuel 25:7)
Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Por tanto, permite que mis criados hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta. Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David.'" (1 Samuel 25:8)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 25:5":

Mercedes López-Miranda
Seminario Ministerio de Mujeres : Una mujer de gran influencia
En este seminario se discute el tema de la influencia femenina y se toma como ejemplo a Abigail, una mujer de la Biblia que mostró sabiduría, liderazgo, equilibrio emocional y una excelente reputación. Se discuten las claves para ser una mujer de influencia positiva en la vida de los demás.


Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


1 Samuel 25:5 - Referencia Cruzada

Entonces David dejó su carga al cuidado del que guardaba el equipaje y corrió a la línea de combate y entró a saludar a sus hermanos. (1 Samuel 17:22)
Y el mayordomo les dijo: "No se preocupen, no teman. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha dado ese tesoro en sus costales. Yo haré constar que recibí el dinero de ustedes." Entonces les sacó a Simeón. (Génesis 43:23)