Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces los Filisteos llamaron a los sacerdotes y a los adivinos y les preguntaron: "¿Qué haremos con el arca del SEÑOR? Dígannos cómo la hemos de enviar a su lugar." (1 Samuel 6:2)
Y ellos contestaron: "Si envían el arca del Dios de Israel, no la envíen vacía; sino que ciertamente devolverán a Dios una ofrenda por la culpa. Entonces serán sanados y sabrán por qué Su mano no se ha apartado de ustedes." (1 Samuel 6:3)
Y los Filisteos preguntaron: "¿Cuál será la ofrenda por la culpa que Le hemos de devolver?" Y ellos dijeron: "Cinco tumores de oro y cinco ratones de oro conforme al número de los príncipes de los Filisteos, porque la misma plaga estuvo sobre todos ustedes y sobre sus príncipes. (1 Samuel 6:4)
Harán, pues, semejanzas de sus tumores, y semejanzas de sus ratones que asolan la tierra, y darán gloria al Dios de Israel. Tal vez El alivie Su mano de sobre ustedes, de sobre sus dioses y de sobre su tierra.
¿Por qué entonces endurecen sus corazones, como endurecieron sus corazones los Egipcios y Faraón? Cuando El los trató severamente, ¿no dejaron ir al pueblo, y ellos se fueron? (1 Samuel 6:6)
Ahora pues, tomen y preparen un carro nuevo y dos vacas con crías sobre las cuales no se haya puesto ningún yugo. Aten las vacas al carro y lleven sus becerros a casa, lejos de ellas. (1 Samuel 6:7)
Tomen el arca del SEÑOR y colóquenla en el carro; y pongan en una caja a su lado los objetos de oro que Le entregarán como ofrenda por la culpa. Luego, déjenla ir, y que se vaya. (1 Samuel 6:8)

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1 Samuel 6:5 - Referencia Cruzada

Al oírme, me obedecen; Los extranjeros me fingen obediencia. (Salmos 18:44)
Así lo hizo el SEÑOR. Y entraron grandes enjambres de insectos en la casa de Faraón y en las casas de sus siervos, y en todo el país de Egipto la tierra fue devastada a causa de los enjambres de insectos. (Éxodo 8:24)
Entonces los compensaré por los años En que devoraban la langosta, El pulgón, el saltón y la oruga, Mi gran ejército, que envié contra ustedes. (Joel 2:25)
Oráculo (Profecía) sobre Egipto: "El SEÑOR va montado sobre una nube veloz y llega a Egipto. Se estremecen los ídolos de Egipto ante Su presencia, Y el corazón de los Egipcios se derrite dentro de ellos. (Isaías 19:1)
Por tanto, mandaron a reunir a todos los príncipes de los Filisteos, y les dijeron: "Saquen de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí. (1 Samuel 5:11)
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11:13)
Digan a Dios: "¡Cuán portentosas son Tus obras! Por la grandeza de Tu poder, Tus enemigos fingirán que Te obedecen. (Salmos 66:3)
Subieron las langostas sobre toda la tierra de Egipto y se asentaron en todo el territorio de Egipto. Eran muy numerosas. Nunca había habido tantas langostas como entonces, ni las habría después. (Éxodo 10:14)
Quita de mí Tu plaga; Por la dureza de Tu mano estoy pereciendo. (Salmos 39:10)
Y los hombres fueron quemados con el intenso calor. Blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria a El. (Apocalipsis 16:9)
que decía a gran voz: "Teman (Reverencien) a Dios y den a El gloria, porque la hora de Su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas." (Apocalipsis 14:7)
A la mañana siguiente, cuando los de Asdod se levantaron temprano, vieron que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Así que tomaron a Dagón y lo pusieron otra vez en su lugar. (1 Samuel 5:3)
Entonces Josué dijo a Acán: "Hijo mío, te ruego, da gloria al SEÑOR, Dios de Israel, y dale alabanza. Declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes." (Josué 7:19)
Dijo además el SEÑOR a Moisés: "Dile a Aarón: 'Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los arroyos y sobre los estanques, y haz que suban ranas sobre la tierra de Egipto.'" (Éxodo 8:5)
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)
Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR. (Éxodo 12:12)
Sólo reconoce tu iniquidad, Pues contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado, Has repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso, Y no has obedecido Mi voz,' declara el SEÑOR. (Jeremías 3:13)
Den gloria al SEÑOR su Dios, Antes que El haga venir las tinieblas Y antes que los pies de ustedes tropiecen Sobre los montes oscuros, Y mientras ustedes estén esperando la luz, El la transforme en profundas tinieblas, La cambie en densa oscuridad. (Jeremías 13:16)
Por segunda vez los Judíos llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador." (Juan 9:24)
Y así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos por todo el país de Egipto. (Éxodo 8:17)
Si no escuchan, y si no deciden de corazón dar honor a Mi nombre," dice el SEÑOR de los ejércitos "enviaré sobre ustedes maldición, y maldeciré sus bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo han decidido de corazón. (Malaquías 2:2)
Pero después que la habían trasladado, la mano del SEÑOR estuvo contra la ciudad causando gran confusión; e hirió a los hombres de la ciudad, desde el menor hasta el mayor, saliéndoles tumores. (1 Samuel 5:9)
Lo que dejó la oruga, lo comió la langosta; Lo que dejó la langosta, lo comió el pulgón; Y lo que dejó el pulgón, lo comió el saltón. (Joel 1:4)
mientras los Egipcios sepultaban a todos sus primogénitos, a quienes el SEÑOR había herido entre ellos. El SEÑOR también había ejecutado juicios contra sus dioses. (Números 33:4)
Den gloria al SEÑOR, Y proclamen en las costas Su alabanza. (Isaías 42:12)
Y la mano del SEÑOR se hizo pesada sobre los de Asdod, y los desoló y los hirió con tumores, tanto a Asdod como a sus territorios. (1 Samuel 5:6)