Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa. Pero Judá no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro. (Jueces 1:19)
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido. Y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac. (Jueces 1:20)
Pero los hijos de Benjamín no expulsaron a los Jebuseos que vivían en Jerusalén. Así que los Jebuseos han vivido con los Benjamitas en Jerusalén hasta el día de hoy. (Jueces 1:21)
De igual manera la casa de José subió contra Betel (Casa de Dios); y el SEÑOR estaba con ellos.
Y la casa de José envió espías a Betel (el nombre de la ciudad antes era Luz). (Jueces 1:23)
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: "Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia." (Jueces 1:24)
El les mostró la entrada de la ciudad, e hirieron la ciudad a filo de espada, pero dejaron ir al hombre y a toda su familia. (Jueces 1:25)

Otras publicaciones relacionadas con "Jueces 1:22":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
¡Dame ese monte!
Artículo titulado ¡Dame ese monte! escrito por Faustino de Jesús Zamora Vargas sobre la actitud y carácter en Cristo que hacen perdurar los sueños e infunden aliento para aprovechar nuevas oportunidades de servir al Señor, con el ejemplo de Caleb y su conquista de las montañas de Hebrón.


Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Jueces 1:22 - Referencia Cruzada

Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán frente a Jericó (las aguas de Jericó) al oriente, hacia el desierto, subiendo desde Jericó por la región montañosa a Betel (Casa de Dios). (Josué 16:1)
De los descendientes de José: de los descendientes de Efraín, fueron contados por su registro genealógico, por sus familias, por sus casas paternas, según el número de nombres, de veinte años arriba, todo el que podía salir a la guerra; (Números 1:32)
de la tribu de Zabulón, 12,000; de la tribu de José, 12,000 y de la tribu de Benjamín fueron sellados 12,000. (Apocalipsis 7:8)
Pero su arco permaneció firme Y sus brazos fueron ágiles Por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel), (Génesis 49:24)
de los hijos de José: de Efraín, Elisama, hijo de Amiud, y de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedasur; (Números 1:10)
y junto a los límites de los hijos de Manasés, Bet Seán con sus aldeas, Taanac con sus aldeas, Meguido con sus aldeas, Dor con sus aldeas. En éstas habitaron los hijos de José, hijo de Israel. (1 Crónicas 7:29)
Porque los hijos de José eran dos tribus, Manasés y Efraín. Ellos no dieron a los Levitas ninguna porción en su tierra, sino ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para sus ganados y para sus posesiones. (Josué 14:4)
El SEÑOR estaba con él; adondequiera que iba prosperaba. Se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió. (2 Reyes 18:7)
El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa. Pero Judá no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro. (Jueces 1:19)