Y sucederá que tal como el SEÑOR se deleitaba en ustedes para prosperarlos y multiplicarlos, así el SEÑOR se deleitará en ustedes para hacerlos perecer y destruirlos; y serán arrancados de la tierra en la cual entran para poseerla.
(Deuteronomio 28:63)Además, el SEÑOR te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido.
(Deuteronomio 28:64)Y entre esas naciones no hallarás descanso, ni habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.
(Deuteronomio 28:65)Tendrás la vida pendiente de un hilo; y estarás aterrado de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
Por la mañana dirás: '¡Oh, si fuera la tarde!' Y por la tarde dirás: '¡Oh, si fuera la mañana!' por causa del espanto de tu corazón con que temerás y por lo que verán tus ojos.
(Deuteronomio 28:67)Y el SEÑOR te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual yo te había dicho: 'Nunca más volverás a verlo.' Y allí ustedes se ofrecerán en venta como esclavos y esclavas a sus enemigos, pero no habrá comprador."
(Deuteronomio 28:68)Estas son las palabras del pacto que el SEÑOR mandó a Moisés que hiciera con los Israelitas en la tierra de Moab, además del pacto que El había hecho con ellos en Horeb.
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Deuteronomio 28:66 - Referencia Cruzada
Desde lo alto El envió fuego Que penetró en mis huesos. Ha tendido una red a mis pies, Me ha hecho volver atrás; Me ha dejado desolada, Desfallecida todo el día.
(Lamentaciones 1:13)Por la mañana dirás: '¡Oh, si fuera la tarde!' Y por la tarde dirás: '¡Oh, si fuera la mañana!' por causa del espanto de tu corazón con que temerás y por lo que verán tus ojos.
(Deuteronomio 28:67)Los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes,
(Apocalipsis 6:15)sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
(Hebreos 10:27)