En aquel tiempo yo les ordené a ustedes: 'El SEÑOR su Dios les ha dado esta tierra para poseerla. Todos ustedes, hombres valientes, cruzarán armados delante de sus hermanos, los Israelitas.
(Deuteronomio 3:18)
Pero sus mujeres, sus pequeños y su ganado (yo sé que ustedes tienen mucho ganado) permanecerán en las ciudades que les he dado,
(Deuteronomio 3:19)
hasta que el SEÑOR dé reposo a sus compatriotas como a ustedes, y ellos posean también la tierra que el SEÑOR, Dios de ustedes, les dará al otro lado del Jordán. Entonces podrán volver cada hombre a la posesión que les he dado.'
(Deuteronomio 3:20)
En aquel tiempo le ordené a Josué: 'Tus ojos han visto todo lo que el SEÑOR, Dios de ustedes, ha hecho a estos dos reyes; así hará el SEÑOR a todos los reinos por los cuales vas a pasar.
No les teman, porque el SEÑOR su Dios es el que pelea por ustedes.'
(Deuteronomio 3:22)
Yo también supliqué al SEÑOR en aquel tiempo:
(Deuteronomio 3:23)
Oh Señor DIOS, Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo Tu grandeza y Tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos tan poderosos como los Tuyos?
(Deuteronomio 3:24)
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Deuteronomio 3:21 - Referencia Cruzada
En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre, Porque Tú, oh SEÑOR, no abandonas a los que Te buscan.
(Salmos 9:10)
el cual nos libró de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar.
(2 Corintios 1:10)
Y a Aquél que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,
(Efesios 3:20)
Entonces Josué les dijo: "No teman ni se acobarden. Sean fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos los enemigos con los que ustedes luchen."
(Josué 10:25)
Su siervo ha matado tanto al león como al oso; y este Filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente."
(1 Samuel 17:36)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él;
(Números 27:18)
Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los Gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león.
(2 Timoteo 4:17)
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
(2 Corintios 12:10)