Nueva Biblia Latinoamericana
Hoy comenzaré a infundir el espanto y terror tuyo sobre los pueblos debajo del cielo, quienes, al oír tu fama, temblarán y se angustiarán a causa de ti.' (Deuteronomio 2:25)
Entonces, desde el desierto de Cademot, envié mensajeros a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciéndole: (Deuteronomio 2:26)
Déjeme pasar por su tierra; solamente iré por el camino, sin apartarme ni a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 2:27)
Me venderá comestibles por dinero para que yo pueda comer, y me dará agua por dinero para que pueda beber; déjeme tan sólo pasar a pie,
tal como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seir y los Moabitas que habitan en Ar, hasta que cruce el Jordán a la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.' (Deuteronomio 2:29)
Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su tierra porque el SEÑOR tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón, a fin de entregarlo en tus manos, como lo está hoy. (Deuteronomio 2:30)
Y el SEÑOR me dijo: 'Mira, he comenzado a entregar a Sehón y su tierra en tus manos. Comienza a ocuparla para que poseas la tierra.' (Deuteronomio 2:31)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 2:28":

Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Isaías Rivera
¿Por qué vamos a respirar frente al Jordán?
El pastor habla sobre el significado de las piedras en la historia del pueblo judío y anima a los oyentes a hacer lo mismo con los eventos importantes de sus vidas y tener a Jesús en el centro.


Deuteronomio 2:28 - Referencia Cruzada

Entonces los Israelitas le contestaron: "Iremos por el camino principal, y si yo y mi ganado bebemos de su agua, entonces le pagaré su precio. Solamente déjeme pasar a pie, nada más." (Números 20:19)