Nueva Biblia Latinoamericana
Habla a los Israelitas, y diles: 'Cuando crucen el Jordán a la tierra de Canaán, (Números 33:51)
expulsarán a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes, y destruirán todas sus piedras grabadas, y destruirán todas sus imágenes fundidas, y demolerán todos sus lugares altos; (Números 33:52)
y tomarán posesión de la tierra y habitarán en ella, porque les he dado la tierra para que la posean. (Números 33:53)
Heredarán la tierra por sorteo, por sus familias; a las más grandes darán más heredad, y a las más pequeñas darán menos heredad. Donde la suerte caiga a cada uno, eso será suyo. Heredarán conforme a las tribus de sus padres.
Pero si no expulsan de delante de ustedes a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejen serán como aguijones en sus ojos y como espinas en sus costados, y los hostigarán en la tierra en que habiten. (Números 33:55)
Y sucederá que como pensaba hacerles a ellos, así les haré a ustedes.'" (Números 33:56)
Entonces el SEÑOR habló a Moisés: (Números 34:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Números 33:54":

Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Dr. Roberto Miranda
Hay que pelear para poseer la tierra
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda enfatiza la importancia de pelear por las promesas de Dios y desarrollar el carácter de un guerrero espiritual para poseer la tierra que Él ha prometido.


Números 33:54 - Referencia Cruzada

Esta fue la suerte que le tocó a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José: a Maquir, primogénito de Manasés, padre de Galaad, por cuanto era hombre de guerra, se le otorgó Galaad y Basán. (Josué 17:1)
La parte que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá conforme a sus familias, llegaba hasta la frontera de Edom, hacia el sur, hasta el desierto de Zin al extremo sur. (Josué 15:1)
Salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre la tribu de Judá y la tribu de José. (Josué 18:11)
La tierra se dividirá entre éstos por heredad según el número de nombres. (Números 26:53)
Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán frente a Jericó (las aguas de Jericó) al oriente, hacia el desierto, subiendo desde Jericó por la región montañosa a Betel (Casa de Dios). (Josué 16:1)