Nueva Biblia Latinoamericana
Edifíquense ciudades para sus pequeños, y rediles para sus ovejas; y hagan lo que han prometido." (Números 32:24)
Entonces los Gaditas y los Rubenitas hablaron a Moisés y dijeron: "Tus siervos harán tal como mi señor ordena. (Números 32:25)
Nuestros pequeños, nuestras mujeres, nuestro ganado y nuestros rebaños quedarán allí en las ciudades de Galaad; (Números 32:26)
mientras tus siervos, todos los que están armados para la guerra, cruzarán delante del SEÑOR para la batalla, tal como mi señor dice."
Así lo ordenó Moisés en relación a ellos, al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los Israelitas. (Números 32:28)
Y Moisés les dijo: "Si los Gaditas y los Rubenitas, todos los que están armados para la batalla, cruzan con ustedes el Jordán en presencia del SEÑOR, y la tierra es sometida delante de ustedes, entonces les darán a ellos la tierra de Galaad en posesión; (Números 32:29)
pero si no cruzan armados con ustedes, tendrán la herencia entre ustedes en la tierra de Canaán." (Números 32:30)

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Números 32:27 - Referencia Cruzada

Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; (2 Corintios 10:4)
pero nosotros nos armaremos para ir delante de los Israelitas hasta que los introduzcamos en su lugar, mientras que nuestros pequeños se quedarán en las ciudades fortificadas por causa de los habitantes de la tierra. (Números 32:17)
Y dijeron: "El SEÑOR ordenó a mi señor dar la tierra por sorteo a los Israelitas por heredad, y el SEÑOR ordenó a mi señor dar la heredad de Zelofehad, nuestro hermano, a sus hijas. (Números 36:2)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. (2 Timoteo 4:7)
Entonces respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud: "Moisés, señor mío, detenlos." (Números 11:28)
Los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés pasaron en orden de batalla delante de los Israelitas, tal como Moisés les había dicho. (Josué 4:12)
Entonces Aarón dijo a Moisés: "Señor mío, te ruego que no nos cargues este pecado, en el cual hemos obrado neciamente y con el cual hemos pecado. (Números 12:11)