Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción.
(Génesis 19:4)
Y llamaron a Lot, y le dijeron: "¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos para que los conozcamos."
(Génesis 19:5)
Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta tras sí,
(Génesis 19:6)
Hermanos míos, les ruego que no obren perversamente," les dijo Lot.
Miren, tengo dos hijas que no han conocido varón. Permítanme sacarlas a ustedes y hagan con ellas como mejor les parezca. Pero no hagan nada a estos hombres, pues se han amparado bajo mi techo."
(Génesis 19:8)
¡Hazte a un lado!" dijeron ellos. Y dijeron además: "Este ha venido como extranjero, y ya está actuando como juez; ahora te trataremos a ti peor que a ellos." Se lanzaron contra Lot y estaban a punto de romper la puerta,
(Génesis 19:9)
pero los dos hombres extendieron la mano y metieron a Lot en la casa con ellos, y cerraron la puerta.
(Génesis 19:10)
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Génesis 19:7 - Referencia Cruzada
Ninguna mujer de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los Israelitas será sodomita de culto pagano.
(Deuteronomio 23:17)
Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción.
(Génesis 19:4)
No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación.
(Levítico 18:22)
Pero David dijo: "No deben hacer eso, hermanos míos, con lo que nos ha dado el SEÑOR, quien nos ha guardado y ha entregado en nuestra mano la banda que vino contra nosotros.
(1 Samuel 30:23)
¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
(1 Corintios 6:9)
Si alguien se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.
(Levítico 20:13)
De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven,
(Hechos 17:26)
Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: "No, hermanos míos, no se porten tan vilmente. Puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometan esta terrible ofensa (infamia).
(Jueces 19:23)
Por lo cual Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.
(Romanos 1:24)
Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron (se entregaron a gran inmoralidad) y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.
(Judas 1:7)