Nueva Biblia Latinoamericana
Y comenzando su discurso (parábola), dijo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, Y oráculo del hombre de ojos abiertos; (Números 24:3)
Oráculo del que escucha las palabras de Dios, Del que ve la visión del Todopoderoso (Shaddai); Caído, pero con los ojos descubiertos. (Números 24:4)
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob; Tus moradas, oh Israel! (Números 24:5)
Como valles que se extienden, Como jardines junto al río, Como áloes plantados por el SEÑOR, Como cedros junto a las aguas.
Agua correrá de sus baldes, Y su simiente estará junto a muchas aguas; Más grande que Agag será su rey, Y su reino será exaltado. (Números 24:7)
Dios lo saca de Egipto; Es para Israel como los cuernos del búfalo. Devorará a las naciones que son sus adversarios, Y desmenuzará sus huesos, Y los traspasará con sus flechas. (Números 24:8)
Se agazapa, se echa como león, O como leona ¿quién se atreverá a despertarlo? Benditos los que te bendigan, Y malditos los que te maldigan." (Números 24:9)

Otras publicaciones relacionadas con "Números 24:6":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Esta vez alabaré al Señor
Este artículo habla sobre la vida de Jacob y su transformación por el poder de Dios, su descendencia extraordinaria y la importancia de la alabanza como puerta a la redención. El propósito del pueblo de Dios es publicar sus alabanzas, glorificarle y exaltarle en toda su majestad y señorío.


Gregory Bishop
Cómo podemos resistir la seducción del diablo?
En este artículo, el autor habla sobre la seducción del diablo y cómo resistirla. Se centra en la historia de Balaam y su estrategia para tentar al pueblo de Dios a través de la idolatría y la inmoralidad. También se habla sobre la avaricia como forma de idolatría y cómo la iglesia puede ser un hospital para la sanidad de las ataduras. El artículo menciona las promesas de Dios como antídoto para la seducción del diablo y cómo podemos disfrutar del banquete celestial a través de la presencia de Dios en nuestras vidas.


Números 24:6 - Referencia Cruzada

Sean avergonzados los que me persiguen, pero no sea yo avergonzado; Sean atemorizados ellos, pero que no me atemorice yo. Trae sobre ellos el día de calamidad, Y destrúyelos con doble destrucción. (Jeremías 17:18)
Y el SEÑOR Dios plantó un huerto hacia el oriente, en Edén, y puso allí al hombre que había formado. (Génesis 2:8)
Descendí al huerto de los nogales Para ver el verdor del valle, Para ver si la vid había retoñado, Si los granados habían florecido. (Cantares 6:11)
Pondré en los desiertos el cedro, La acacia, el mirto y el olivo; Pondré en el lugar desolado el ciprés, Junto con el olmo y el boj, (Isaías 41:19)
El justo florecerá como la palma, Crecerá como cedro en el Líbano. (Salmos 92:12)
Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle del Jordán, el cual estaba bien regado por todas partes (esto fue antes de que el SEÑOR destruyera a Sodoma y Gomorra) como el huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto rumbo a Zoar. (Génesis 13:10)
Todas Tus vestiduras están perfumadas con mirra, áloe y casia; Desde palacios de marfil Te han alegrado con instrumentos de cuerda. (Salmos 45:8)
El SEÑOR te guiará continuamente, Saciará tu deseo en los lugares áridos Y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado Y como manantial cuyas aguas nunca faltan. (Isaías 58:11)
Y sucederá que en aquel día Los montes destilarán vino dulce, Las colinas fluirán leche, Y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; Brotará un manantial de la casa del SEÑOR Y regará el Valle de Sitim. (Joel 3:18)
Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sion, Y radiarán de gozo por la bondad del SEÑOR: Por el grano, por el vino y por el aceite, Y por las crías de las ovejas y de las vacas. Su alma será como huerto regado, Y nunca más languidecerán. (Jeremías 31:12)
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera. (Salmos 1:3)
Recuerda que Asiria era un cedro en el Líbano De hermosas ramas y frondoso, de sombra abundante Y de elevada altura, Y su copa estaba entre las nubes. (Ezequiel 31:3)
Junto al río, en su orilla, a uno y otro lado, crecerán toda clase de árboles que den fruto para comer. Sus hojas no se marchitarán, ni faltará su fruto. Cada mes darán fruto porque sus aguas fluyen del santuario; su fruto será para comer y sus hojas para sanar." (Ezequiel 47:12)
Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, Huerto cerrado, fuente sellada. (Cantares 4:12)
Los árboles del SEÑOR se sacian, Los cedros del Líbano que El plantó, (Salmos 104:16)