Nueva Biblia Latinoamericana
¿Cómo maldeciré a quien Dios no ha maldecido? ¿Cómo condenaré a quien el SEÑOR no ha condenado? (Números 23:8)
Porque desde la cumbre de las peñas lo veo, Y desde los montes lo observo. Este es un pueblo que mora aparte, Y que no será contado entre las naciones. (Números 23:9)
¿Quién puede contar el polvo de Jacob, O numerar la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, Y sea mi fin como el suyo." (Números 23:10)
Entonces Balac dijo a Balaam: "¿Qué me has hecho? Te he traído para maldecir a mis enemigos, pero mira, ¡los has llenado de bendiciones!"
Y él le respondió: "¿No debo tener cuidado de hablar lo que el SEÑOR pone en mi boca?" (Números 23:12)
Entonces Balac le dijo: "Te ruego que vengas conmigo a otro sitio desde donde podrás verlos, aunque sólo verás el extremo de ellos, y no los verás a todos; y desde allí maldícemelos." (Números 23:13)
Lo llevó al campo de Zofim, sobre la cumbre del Pisga, y edificó siete altares y ofreció un novillo y un carnero en cada altar. (Números 23:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Números 23:11":

Gregory Bishop
Cómo podemos resistir la seducción del diablo?
En este artículo, el autor habla sobre la seducción del diablo y cómo resistirla. Se centra en la historia de Balaam y su estrategia para tentar al pueblo de Dios a través de la idolatría y la inmoralidad. También se habla sobre la avaricia como forma de idolatría y cómo la iglesia puede ser un hospital para la sanidad de las ataduras. El artículo menciona las promesas de Dios como antídoto para la seducción del diablo y cómo podemos disfrutar del banquete celestial a través de la presencia de Dios en nuestras vidas.


Samuel Acevedo
Jehova te bendiga, y te guarde
En este artículo se habla sobre la importancia de la bendición sacerdotal en Números 6, la importancia de invocar el nombre del Señor y pedir su bendición y protección, y la promesa de bendición en todo el Libro.


Números 23:11 - Referencia Cruzada

porque no recibieron a los Israelitas con pan y agua, sino que contrataron contra ellos a Balaam para maldecirlos; pero nuestro Dios convirtió la maldición en bendición. (Nehemías 13:2)
porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo.'" (Números 22:17)
También amaba la maldición, y ésta vino sobre él; No se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él. (Salmos 109:17)
Y comenzó su discurso (parábola), y dijo: "Desde Aram me ha traído Balac, Rey de Moab, desde los montes del oriente: 'Ven, y maldíceme a Jacob; Ven, y condena a Israel.' (Números 23:7)
Mira, el pueblo que salió de Egipto cubre la superficie de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos.'" (Números 22:11)
Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y palmoteando, dijo Balac a Balaam: "Te llamé para maldecir a mis enemigos, pero los has llenado de bendiciones estas tres veces. (Números 24:10)