Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el ángel del SEÑOR se puso en una senda estrecha de los viñedos, con una pared a un lado y otra pared al otro lado. (Números 22:24)
Al ver el asna al ángel del SEÑOR, se pegó contra la pared y presionó el pie de Balaam contra la pared; entonces él la golpeó otra vez. (Números 22:25)
El ángel del SEÑOR se fue más lejos, y se puso en un sitio estrecho donde no había manera de volverse ni a la derecha ni a la izquierda. (Números 22:26)
Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y golpeó al asna con su palo.
Entonces el SEÑOR abrió la boca del asna, la cual dijo a Balaam: "¿Qué te he hecho yo que me has golpeado estas tres veces?" (Números 22:28)
Y Balaam respondió al asna: "Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en mi mano, que ahora mismo te mataría." (Números 22:29)
Y el asna dijo a Balaam: "¿No soy yo tu asna, y sobre mí has cabalgado toda tu vida hasta hoy? ¿He tenido la costumbre de portarme así contigo?" "No," respondió Balaam. (Números 22:30)

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Números 22:27 - Referencia Cruzada

Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19)
Pesada es la piedra y pesada la arena, Pero la provocación del necio es más pesada que ambas. (Proverbios 27:3)
El sabio teme y se aparta del mal, Pero el necio es arrogante y descuidado. (Proverbios 14:16)