Nueva Biblia Latinoamericana
De cierto que ustedes no entrarán en la tierra en la cual juré establecerlos, excepto Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun. (Números 14:30)
Sin embargo, sus pequeños, de quienes dijeron que serían presa del enemigo, a ellos los introduciré, y conocerán la tierra que ustedes han despreciado. (Números 14:31)
Pero en cuanto a ustedes, sus cadáveres caerán en este desierto. (Números 14:32)
Y sus hijos serán pastores por cuarenta años en el desierto, y sufrirán por la infidelidad de ustedes, hasta que sus cadáveres queden en el desierto.
Según el número de los días que ustedes reconocieron la tierra, cuarenta días, por cada día llevarán su culpa un año, hasta cuarenta años, y conocerán Mi enemistad. (Números 14:34)
Yo, el SEÑOR, he hablado; ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se han juntado contra mí. En este desierto serán destruidos, y aquí morirán.'" (Números 14:35)
En cuanto a los hombres a quienes Moisés envió a reconocer la tierra, y que volvieron e hicieron murmurar contra él a toda la congregación dando un mal informe acerca de la tierra, (Números 14:36)

Otras publicaciones relacionadas con "Números 14:33":

Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Números 14:33 - Referencia Cruzada

El SEÑOR me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que el SEÑOR habló estas palabras a Moisés, cuando Israel caminaba en el desierto; así que ahora tengo ochenta y cinco años. (Josué 14:10)
Dios dice: "Si un hombre se divorcia de su mujer, Y ella se va de su lado Y llega a ser de otro hombre, ¿Volverá él a ella? ¿No quedará esa tierra totalmente profanada? Pues tú eres una ramera con muchos amantes, Y sin embargo, vuelves a Mí," declara el SEÑOR. (Jeremías 3:1)
Vagaron por el desierto, por lugar desolado, No hallaron camino a ciudad habitada; (Salmos 107:4)
Pero los hombres justos los juzgarán en el juicio de las adúlteras y en el juicio de las mujeres que derraman sangre, por ser ellas adúlteras y haber sangre en sus manos. (Ezequiel 23:45)
Entonces el sacerdote Aarón subió al Monte Hor por mandato del SEÑOR, y allí murió, el año cuarenta después que los Israelitas habían salido de la tierra de Egipto, el primer día del mes quinto. (Números 33:38)
El tiempo que nos llevó para venir de Cades Barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado. (Deuteronomio 2:14)
Vierte desprecio sobre los príncipes, Y los hace vagar por un lugar desolado sin camino. (Salmos 107:40)
Por tanto, así dice el Señor DIOS: 'Porque Me has olvidado y Me has arrojado a tus espaldas, carga ahora con el castigo de tu lujuria y de tus prostituciones.'" (Ezequiel 23:35)
Además, el marido quedará libre de culpa, pero la mujer llevará su culpa.'" (Números 5:31)
La ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y los hizo vagar en el desierto por cuarenta años, hasta que fue acabada toda la generación de los que habían hecho mal ante los ojos del SEÑOR. (Números 32:13)
No te alegres, Israel, con gran júbilo como las naciones, Porque te has prostituido, abandonando a tu Dios; Has amado el salario de ramera sobre todas las eras de trigo. (Oseas 9:1)
En el año cuarenta, el mes undécimo, el primer día del mes, Moisés habló a los Israelitas conforme a todo lo que el SEÑOR le había ordenado que les diera, (Deuteronomio 1:3)