Entonces el SEÑOR habló a Moisés:
(Levítico 21:16)
Dile a Aarón: 'Ningún hombre de tu descendencia, por todas sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el alimento de su Dios.
(Levítico 21:17)
Porque ninguno que tenga defecto se acercará: ni ciego, ni cojo, ni uno que tenga el rostro desfigurado, o extremidad deformada,
(Levítico 21:18)
ni hombre que tenga pie quebrado o mano quebrada,
ni jorobado, ni enano, ni uno que tenga defecto en un ojo, o sarna, o postillas, ni castrado.
(Levítico 21:20)
Ningún hombre de la descendencia del sacerdote Aarón que tenga defecto se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas del SEÑOR; porque tiene defecto no se acercará para ofrecer el alimento de su Dios.
(Levítico 21:21)
Podrá comer el alimento de su Dios, tanto de las cosas santísimas como de las sagradas,
(Levítico 21:22)
