Nueva Biblia Latinoamericana
El mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades (la región de los muertos) entregaron a los muertos que estaban en ellos. Y fueron juzgados, cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20:13)
La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. (Apocalipsis 20:14)
Y el que no se encontraba inscrito en el Libro de la Vida fue arrojado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:15)
Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. (Apocalipsis 21:2)
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. (Apocalipsis 21:3)
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado." (Apocalipsis 21:4)

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Apocalipsis 21:1 - Referencia Cruzada

El dragón se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En sus cuernos había diez diademas (coronas), y en sus cabezas había nombres blasfemos. (Apocalipsis 13:1)
Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. (2 Pedro 3:10)
Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva Que Yo hago permanecerán delante de Mí," declara el SEÑOR, "así permanecerán su descendencia y su nombre. (Isaías 66:22)
Pero, según Su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia. (2 Pedro 3:13)
Por tanto, Yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, Y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria. (Isaías 65:17)
El que está sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas." Y añadió: "Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas." (Apocalipsis 21:5)
Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. (Apocalipsis 20:11)