Nueva Biblia Latinoamericana
Pues a nadie más tengo del mismo sentir y que esté sinceramente interesado en el bienestar de ustedes. (Filipenses 2:20)
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. (Filipenses 2:21)
Pero ustedes conocen los probados méritos de Timoteo, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo sirve a su padre. (Filipenses 2:22)
Por tanto, a éste espero enviárselo inmediatamente tan pronto vea cómo van las cosas conmigo;
y confío en el Señor que también yo mismo iré pronto. (Filipenses 2:24)
Pero creí necesario enviarles a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de lucha, quien también es su mensajero y servidor (ministro) para mis necesidades. (Filipenses 2:25)
Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. (Filipenses 2:26)

Otras publicaciones relacionadas con "Filipenses 2:23":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
¡Envíame a mí!
En este artículo, el autor nos anima como cristianos a abandonar la inercia y buscar al perdido en el nombre del Señor. Debemos usar nuestra medicina para curar el mundo que se muere y pelear y ganar la buena batalla de la fe.


Dr. Roberto Miranda
Dios nos trata con una gran generosidad
En la Epístola a Filemón, Pablo habla sobre la generosidad y el amor de Dios hacia nosotros y cómo debemos mantener una tensión equilibrada entre ser siervos inútiles y hijos bendecidos en nuestra vida cristiana.


Filipenses 2:23 - Referencia Cruzada

Pero espero (confío) en el Señor Jesús enviarles pronto a Timoteo, a fin de que yo también sea alentado al saber de la condición de ustedes. (Filipenses 2:19)
De allí David fue a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: "Permite que mi padre y mi madre vengan y se queden con ustedes hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí." (1 Samuel 22:3)