Nueva Biblia Latinoamericana
De la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. (Romanos 1:27)
Y así como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen. (Romanos 1:28)
Están llenos de toda injusticia, maldad (perversidad), avaricia y malicia, llenos de envidia, homicidios, pleitos, engaños, y malignidad. Son chismosos, (Romanos 1:29)
detractores (calumniadores), aborrecedores (enemigos) de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos (arrogantes), inventores de lo malo, desobedientes (rebeldes) a los padres,
sin entendimiento, indignos de confianza (desleales), sin amor, despiadados. (Romanos 1:31)
Ellos, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican. (Romanos 1:32)
Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. (Romanos 2:1)

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Romanos 1:30 - Referencia Cruzada

Oh SEÑOR, Dios nuestro, Tú les respondiste; Fuiste para ellos un Dios perdonador, Pero también vengador de sus malas obras. (Salmos 99:8)
Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y aunque lo castiguen, ni aun así les hace caso, (Deuteronomio 21:18)
Los que aborrecen al SEÑOR Le fingirían obediencia, Y el tiempo de su castigo sería para siempre. (Salmos 81:15)
Tú dijiste: 'He derrotado a Edom'; y tu corazón se ha envanecido para gloriarte. Quédate ahora en tu casa; ¿por qué quieres provocar el mal, de modo que caigas tú y Judá contigo?" (2 Crónicas 25:19)
El viento del norte trae la lluvia, Y la lengua murmuradora, el semblante lleno de ira. (Proverbios 25:23)
Mira, sólo esto he hallado: Que Dios hizo rectos a los hombres, Pero ellos se buscaron muchas artimañas." (Eclesiastés 7:29)
El que Me odia a Mí, odia también a Mi Padre. (Juan 15:23)
Y sucedía que cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: "¡Levántate, oh SEÑOR! Y sean dispersados Tus enemigos, Huyan de Tu presencia los que Te aborrecen." (Números 10:35)
Así se contaminaron en sus costumbres, Y fueron infieles en sus hechos. (Salmos 106:39)
Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas, Los que se glorían en los ídolos. Póstrense ante El todos los dioses. (Salmos 97:7)
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. (Mateo 16:21)
El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero Me odia a Mí, porque Yo doy testimonio de él, que sus acciones son malas. (Juan 7:7)
Pero serán entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de ustedes, (Lucas 21:16)
Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; Todos los que me odian, aman la muerte." (Proverbios 8:36)
Charlan, hablan con arrogancia; Todos los que hacen iniquidad se vanaglorían. (Salmos 94:4)
pero al que Lo odia, le da el pago en su misma cara, destruyéndolo; y no se tarda en castigar al que Lo odia, en su misma cara le dará el pago. (Deuteronomio 7:10)
Porque del deseo de su corazón se gloría el impío, Y el codicioso maldice y desprecia al SEÑOR. (Salmos 10:3)
Maldito el que desprecie a su padre o a su madre.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.' (Deuteronomio 27:16)
Respondió el rey de Israel: "Díganle: 'No se jacte el que se pone las armas como el que se las quita.'" (1 Reyes 20:11)
Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: "¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto traer sobre ti la ira del SEÑOR? (2 Crónicas 19:2)
De los que confían en sus bienes Y se jactan de la abundancia de sus riquezas? (Salmos 49:6)
Para el director del coro. Masquil de David, cuando fue Doeg el Edomita e informó a Saúl, diciéndole: "David está en casa de Ahimelec." ¿Por qué te glorías del mal, oh poderoso? La misericordia de Dios es constante. (Salmos 52:1)
Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. (2 Tesalonicenses 2:4)
Pero si tú, que llevas el nombre de Judío y te apoyas en la Ley; que te glorías en Dios (Romanos 2:17)
Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, (2 Timoteo 3:2)
Estos son murmuradores, criticones, que andan tras sus propias pasiones. Hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio. (Judas 1:16)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. ¡Pues qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! (Santiago 3:5)
En ti despreciaron al padre y a la madre, en medio de ti trataron con violencia al extranjero, y en ti oprimieron al huérfano y a la viuda. (Ezequiel 22:7)
Porque Dios dijo: 'HONRA A tu PADRE Y A tu MADRE,' y: 'QUIEN HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA.' (Mateo 15:4)
Porque hace algún tiempo Teudas se levantó pretendiendo ser alguien; y un grupo como de 400 hombres se unió a él. Y fue muerto, y todos los que lo seguían (obedecían) fueron dispersos y reducidos a nada. (Hechos 5:36)
Tú que te jactas de la Ley, ¿violando la Ley deshonras a Dios? (Romanos 2:23)
Al ojo que se burla del padre Y escarnece a la madre, Lo sacarán los cuervos del valle, Y lo comerán los aguiluchos. (Proverbios 30:17)
Pues hablando con arrogancia y vanidad, seducen mediante deseos carnales, por sensualidad, a los que hace poco escaparon de los que viven en el error. (2 Pedro 2:18)
La mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la Ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, (Romanos 8:7)
¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe. (Romanos 3:27)
Pero ahora se jactan en su arrogancia. Toda jactancia semejante es mala. (Santiago 4:16)
No nos gloriamos desmedidamente, esto es, en los trabajos de otros, sino tenemos la esperanza de que conforme la fe de ustedes crezca, nosotros seremos, dentro de nuestra esfera, engrandecidos aún más por ustedes, (2 Corintios 10:15)