Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él, dijo: (Hechos 13:9)
Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? (Hechos 13:10)
Ahora, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo." Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. (Hechos 13:11)
Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.
Pablo y sus compañeros navegaron desde Pafos y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan se apartó de ellos y regresó a Jerusalén; (Hechos 13:13)
ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron. (Hechos 13:14)
Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: "Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen." (Hechos 13:15)

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Hechos 13:12 - Referencia Cruzada

Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanza; (Mateo 7:28)
Eran en total unos doce hombres. (Hechos 19:7)
El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: "En verdad éste era Hijo de Dios." (Mateo 27:54)
Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. (Hechos 6:10)
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; (2 Corintios 10:4)
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: "¿No es éste el hijo de José?" (Lucas 4:22)
También Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando y proclamando con muchos otros, las buenas nuevas de la palabra del Señor. (Hechos 15:35)
Cerca de allí había unas tierras que pertenecían al hombre principal de la isla, que se llamaba Publio, el cual nos recibió y nos hospedó con toda amabilidad por tres días. (Hechos 28:7)
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros." También decían: "Dios ha visitado a Su pueblo." (Lucas 7:16)
Los guardias respondieron: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!" (Juan 7:46)
que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios. (Hechos 13:7)
Y la palabra del Señor se difundía por toda la región. (Hechos 13:49)