Encontramos la cárcel cerrada con toda seguridad y los guardias de pie a las puertas; pero cuando abrimos, a nadie hallamos dentro." (Hechos 5:23)

Cuando oyeron estas palabras el capitán de la guardia del templo y los principales sacerdotes, se quedaron muy perplejos a causa de ellas, pensando en qué terminaría aquello. (Hechos 5:24)

Pero alguien se presentó y les informó: "Miren, los hombres que pusieron en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo." (Hechos 5:25)

Entonces el capitán fue con los guardias y los trajo sin violencia porque temían al pueblo, no fuera que los apedrearan.

Cuando los trajeron, los pusieron ante el Concilio (Sanedrín), y el sumo sacerdote los interrogó: (Hechos 5:27)

Les dimos órdenes estrictas de no continuar enseñando en este Nombre, y han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas, y quieren traer sobre nosotros la sangre de este Hombre." (Hechos 5:28)

Pero Pedro y los apóstoles respondieron: "Debemos obedecer a Dios en vez de obedecer a los hombres. (Hechos 5:29)

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Hechos 5:26 - Referencia Cruzada

Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima. (Hechos 5:13)

Pero si decimos: 'De los hombres,' todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta." (Lucas 20:6)

Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo dar muerte a Jesús, pero temían al pueblo. (Lucas 22:2)

Y aunque Herodes (Antipas) quería matarlo, tenía miedo al pueblo, porque consideraban a Juan como un profeta. (Mateo 14:5)

Cuando oyeron estas palabras el capitán de la guardia del templo y los principales sacerdotes, se quedaron muy perplejos a causa de ellas, pensando en qué terminaría aquello. (Hechos 5:24)

Y después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir, no hallando la manera de castigarlos por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido; (Hechos 4:21)

Y si decimos: 'De los hombres,' tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta." (Mateo 21:26)

Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. (Lucas 20:19)

Pero decían: "No durante la fiesta, para que no haya un tumulto en el pueblo." (Mateo 26:5)