Nueva Biblia Latinoamericana
Caifás era el que había aconsejado a los Judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo. (Juan 18:14)
Simón Pedro seguía a Jesús, y también otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote, (Juan 18:15)
pero Pedro estaba afuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. (Juan 18:16)
Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a Pedro: "¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre?" "No lo soy," dijo él.
Los siervos y los guardias estaban de pie calentándose junto a unas brasas que habían encendido porque hacía frío. Pedro también estaba con ellos de pie, calentándose. (Juan 18:18)
Entonces el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de Sus discípulos y de Sus enseñanzas. (Juan 18:19)
Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto. (Juan 18:20)

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Juan 18:17 - Referencia Cruzada

Estando Pedro abajo en el patio, llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote, (Marcus 14:66)
Cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta llamada Rode salió a ver quién era. (Hechos 12:13)
A Jesús el Nazareno," Le respondieron. El les dijo: "Yo soy." Y Judas, el que Lo entregaba, estaba con ellos. (Juan 18:5)
Después de arrestar a Jesús, se Lo llevaron y Lo condujeron a la casa del sumo sacerdote; y Pedro los seguía de lejos. (Lucas 22:54)
Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó* Pedro. Jesús le dijo: "Apacienta Mis corderos." (Juan 21:15)
Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le preguntaron: "¿No eres tú también uno de Sus discípulos?" "No lo soy," dijo Pedro, negándolo. (Juan 18:25)
Pedro estaba sentado afuera en el patio, y una sirvienta se le acercó y dijo: "Tú también estabas con Jesús el Galileo." (Mateo 26:69)
pero Pedro estaba afuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. (Juan 18:16)
Una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: "También éste estaba con El." (Lucas 22:56)
Respondió Jesús: "Les he dicho que Yo soy; por tanto, si Me buscan a Mí, dejen ir a éstos." (Juan 18:8)
Pedro Le respondió: "Aunque todos se aparten por causa de Ti, yo nunca me apartaré." (Mateo 26:33)