Y Pedro Le dijo: "Señor, estoy dispuesto a ir adonde vayas, tanto a la cárcel como a la muerte."
(Lucas 22:33)
Pero Jesús le dijo: "Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que Me conoces."
(Lucas 22:34)
Y El les dijo a todos: "Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?" "No, nada," contestaron ellos.
(Lucas 22:35)
Entonces les dijo: "Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una.
Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: 'Y CON LOS TRANSGRESORES FUE CONTADO;' pues ciertamente, lo que se refiere a Mí, tiene su cumplimiento."
(Lucas 22:37)
Y ellos dijeron: "Señor, aquí hay dos espadas." "Es suficiente," les respondió.
(Lucas 22:38)
Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre, hacia el Monte de los Olivos; y los discípulos también Lo siguieron.
(Lucas 22:39)
