¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!
(Lucas 13:34)Por tanto, la casa de ustedes se les deja desierta; y les digo que no Me verán más, hasta que llegue el tiempo en que digan: 'BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR.'"
(Lucas 13:35)Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los Fariseos, y ellos Lo estaban observando cuidadosamente.
(Lucas 14:1)Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico.
Dirigiéndose Jesús a los intérpretes de la Ley (expertos en la Ley de Moisés) y a los Fariseos, les dijo: "¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no?"
(Lucas 14:3)Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomando al hombre de la mano, lo sanó y lo despidió.
(Lucas 14:4)Y a ellos les dijo: "¿A quién de ustedes, si se le cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo, no lo saca inmediatamente?"
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Lucas 14:2 - Referencia Cruzada