Nueva Biblia Latinoamericana
Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! (Lucas 12:24)
¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? (Lucas 12:25)
Si ustedes, pues, no pueden hacer algo tan pequeño, ¿por qué se preocupan por lo demás? (Lucas 12:26)
Consideren los lirios, cómo crecen; no trabajan ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! (Lucas 12:28)
Ustedes, pues no busquen qué han de comer, ni qué han de beber, y no estén preocupados. (Lucas 12:29)
Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero el Padre de ustedes sabe que necesitan estas cosas. (Lucas 12:30)

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Lucas 12:27 - Referencia Cruzada

Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarlo con preguntas difíciles. (1 Reyes 10:1)
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. (2 Crónicas 9:1)
Y por la ropa, ¿por qué se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan. (Mateo 6:28)
Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! (Lucas 12:24)
y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. (Santiago 1:10)