Nueva Biblia Latinoamericana
En esa misma hora curó a muchos de enfermedades, aflicciones y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista. (Lucas 7:21)
Entonces El les respondió: "Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO. (Lucas 7:22)
Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí." (Lucas 7:23)
Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Miren, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes. (Lucas 7:25)
Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les digo, y uno que es más que un profeta. (Lucas 7:26)
Este es aquél de quien está escrito: 'HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TI, QUIEN PREPARARA TU CAMINO DELANTE DE TI.' (Lucas 7:27)

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Lucas 7:24 - Referencia Cruzada

Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, Porque subiste a la cama de tu padre, Y la profanaste: él subió a mi lecho. (Génesis 49:4)
Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? (2 Corintios 1:17)
Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estén en guardia, no sea que arrastrados por el error de hombres libertinos (sin principios morales), caigan de su firmeza. (2 Pedro 3:17)
Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. (2 Pedro 2:17)
Juan el Bautista apareció en el desierto predicando (proclamando) el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados. (Marcus 1:4)
Juan les respondió: "Yo soy LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: 'ENDERECEN EL CAMINO DEL SEÑOR,' como dijo el profeta Isaías." (Juan 1:23)
Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. (Santiago 1:6)
Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel. (Lucas 1:80)
Entonces ya no seremos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error. (Efesios 4:14)
Mientras ellos (los discípulos de Juan) se iban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? (Mateo 11:7)
En aquellos días llegó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, diciendo: (Mateo 3:1)
durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. (Lucas 3:2)