Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica. (Lucas 6:29)

A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. (Lucas 6:30)

Y así como quieran que los hombres les hagan a ustedes, hagan con ellos de la misma manera. (Lucas 6:31)

Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores aman a los que los aman.

Si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores hacen lo mismo. (Lucas 6:33)

Si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. (Lucas 6:34)

Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos. (Lucas 6:35)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 6:32":

Una Cita con Cristo : Una Vida con Gracia (Lucas 6:27)
El pastor Roberto Miranda comienza una serie de meditaciones basada en el Evangelio según San Lucas, llamando a vivir una vida de generosidad, amor y entrega total al bienestar de los demás. Se supone que el cristiano viva a un nivel muy alto, inclusive a parecerse a Dios, adoptando un estilo de vida que ya Dios ha puesto en evidencia al tratar a los seres humanos.

Amarse unos a otros
El mensaje de esta noche se centra en la relación entre dar y el acceso al poder de Dios y la felicidad. El orador señala que las personas más felices y autorrealizadas que ha conocido también son las que mejor aman a los demás. Jesús nos ordena amarnos unos a otros como él nos ha amado. Si obedecemos este mandamiento, tendremos acceso al gozo del Señor en nuestras vidas. Al amar en nombre de Jesús, tenemos autoridad y unción para hacer su obra en el mundo.

Lucas 6:32 - Referencia Cruzada

Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguien sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. (1 Pedro 2:19)

Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? (Mateo 5:46)