Porque el SEÑOR había dicho a Moisés: "Dile a los Israelitas: 'Ustedes son un pueblo terco. Si por un momento Yo me presentara en medio de ustedes, los destruiría. Ahora pues, quítense sus joyas, para que Yo sepa qué he de hacer con ustedes.'"
(Éxodo 33:5)A partir del Monte Horeb los Israelitas se despojaron de sus joyas.
(Éxodo 33:6)Moisés acostumbraba tomar la tienda, y la levantaba fuera del campamento a buena distancia de éste, y la llamó la tienda de reunión. Y sucedía que todo el que buscaba al SEÑOR salía a la tienda de reunión, que estaba fuera del campamento.
(Éxodo 33:7)Cuando Moisés salía a la tienda, todo el pueblo se levantaba y permanecía de pie, cada uno a la entrada de su tienda, y seguía con la vista a Moisés hasta que él entraba en la tienda.
También cuando Moisés entraba en la tienda, la columna de nube descendía y permanecía a la entrada de la tienda, y el SEÑOR hablaba con Moisés.
(Éxodo 33:9)Cuando todo el pueblo veía la columna de nube situada a la entrada de la tienda de reunión todos se levantaban y adoraban, cada cual a la entrada de su tienda.
(Éxodo 33:10)Y el SEÑOR acostumbraba hablar con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda.
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Éxodo 33:8 - Referencia Cruzada
Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños.
(Números 16:27)