Nueva Biblia Latinoamericana
Llegaron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas, (Marcus 11:15)
y no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo. (Marcus 11:16)
Y les enseñaba, diciendo: "¿No está escrito: 'MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION PARA TODAS LAS NACIONES'? Pero ustedes la han hecho CUEVA DE LADRONES." (Marcus 11:17)
Los principales sacerdotes y los escribas oyeron esto y buscaban cómo destruir a Jesús, pero Le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de Su enseñanza.
Cuando atardecía, Jesús y Sus discípulos solían salir fuera de la ciudad. (Marcus 11:19)
Por la mañana, cuando pasaban, vieron la higuera seca desde las raíces. (Marcus 11:20)
Entonces Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Rabí (Maestro), mira, la higuera que maldijiste se ha secado." (Marcus 11:21)

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Marcus 11:18 - Referencia Cruzada

Y Acab dijo a Elías: "¿Me has encontrado, enemigo mío?" Y él respondió: "Te he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del SEÑOR. (1 Reyes 21:20)
Entonces el rey de Israel dijo a Josafat: "¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo?" (1 Reyes 22:18)
¿Pero si decimos: 'De los hombres'?" Pero temían a la multitud, porque todos consideraban que Juan verdaderamente había sido un profeta. (Marcus 11:32)
Faltaban dos días para la Pascua y para la Fiesta de los Panes sin Levadura; y con engaño, los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prender y matar a Jesús; (Marcus 14:1)
Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanza; (Mateo 7:28)
Cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo: "¿Eres tú, perturbador de Israel?" (1 Reyes 18:17)
Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: "¡Hosanna al Hijo de David!" se indignaron. (Mateo 21:15)
Al oír las parábolas de Jesús los principales sacerdotes y los Fariseos, comprendieron que El hablaba de ellos. (Mateo 21:45)
Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla." Pero Josafat dijo: "No hable el rey así." (1 Reyes 22:8)
Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño. (Apocalipsis 11:5)
Así dice el SEÑOR, el Redentor de Israel, el Santo suyo, Al despreciado, al aborrecido de la nación, Al siervo de gobernantes: "Lo verán reyes y se levantarán, Príncipes, y se postrarán, A causa del SEÑOR que es fiel, Del Santo de Israel que Te ha escogido." (Isaías 49:7)
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: "¿No es éste el hijo de José?" (Lucas 4:22)
Los guardias respondieron: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!" (Juan 7:46)
Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: 'Este es el heredero; vengan, matémoslo y apoderémonos de su heredad.' (Mateo 21:38)
Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: "Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar." (Hechos 24:25)
Pero cuando los Fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar con los Herodianos en contra de Jesús, para ver cómo Lo podrían destruir. (Marcus 3:6)
porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo. (Marcus 6:20)
Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, (Mateo 26:3)
Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. (Lucas 20:19)
Y procuraban prender a Jesús, pero temían a la multitud, porque comprendieron que contra ellos había dicho la parábola. Y Lo dejaron y se fueron. (Marcus 12:12)
Así que, desde ese día planearon entre sí matar a Jesús. (Juan 11:53)
Y se admiraban de Su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. (Marcus 1:22)
Jesús enseñaba diariamente en el templo. Pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matar a Jesús; (Lucas 19:47)