Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición, diciendo: "Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja."
(Marcus 6:25)
Aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban con él a la mesa, no quiso contradecirla.
(Marcus 6:26)
Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan. Y él fue y lo decapitó en la cárcel,
(Marcus 6:27)
y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan oyeron esto, fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.
(Marcus 6:29)
Los apóstoles se reunieron con Jesús, y Le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado.
(Marcus 6:30)
Y El les dijo: "Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco." Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.
(Marcus 6:31)
